Según el Diccionario de la Real Academia Española «riesgo» significa contingencia o proximidad de un daño. Hay quienes asumen un riesgo invirtiendo en la Bolsa de Valores, otros se arriesgan lanzándose en parapente de un malecón, y hay otros que conociendo el riesgo, pero tomando precauciones hacen canotaje en un río. En todos estos casos las personas se arriesgan ya sea por conseguir una ganancia o porque quieren diversión extrema y sentir la adrenalina corriendo por sus vasos sanguíneos.
Pero hoy hablaremos de dos casos para reflexionar sobre los riesgos innecesarios.
Una persona acababa de llegar al país trayendo una suma importante y tomó un taxi cualquiera en los alrededores del aeropuerto, a pesar de haber llegado de madrugada. Comentaba con su acompañante sobre el dinero y mencionaba que lo invertiría. Absorto en la conversación no se percató que el chofer se desviaba de la ruta. Fue asaltado y se llevaron hasta el pasaporte que requería para regresar al país en que residía. Si traía dinero ¿por qué no tomó un taxi de una compañía reconocida de las que funcionan en el aeropuerto? ¿No era acaso innecesario hablar del dinero?
Otra persona quien iba acompañado por una bella jovencita llegó con su auto a un grifo para abastecerse de gasolina. Al momento de pagar sacó su billetera e hizo alarde del fajo de billetes que llevaba, tal vez para impresionar a quien le acompañaba. Unas cuadras más adelante fue cerrado por un vehículo del que bajaron delincuentes quienes lo golpearon y lo dejaron sin dinero ni auto. Lo habían seguido desde el grifo.
Los casos que hemos citado nos hablan de cuántas veces tomamos riesgos si meditar en las consecuencias de lo que nos puede ocurrir.
Todos los días vemos las noticias en las que se presentan caso que muestran a Lima como una ciudad en que existe ahora una mayor cantidad de hechos delictivos. ¿Por qué entonces nos arriesgamos? Más aún sabiendo el alto nivel de agresividad de los delincuentes quienes disparan sin pensarlo dos veces.
¿Para qué arriesgarnos? Es necesario proteger vuestra vida. ¿No les parece?