GINEBRA – Los sabores en productos de tabaco y nicotina están atrapando a una nueva generación en la adicción, advirtió este viernes 30 la Organización Mundial de la Salud (OMS), urgiendo a todos los gobiernos a prohibirlos de inmediato.
“Estamos viendo cómo una generación entera se engancha a la nicotina a través de bolsas con sabor a ositos de goma y cigarrillos electrónicos de colores”, denunció el médico Rüdiger Krech, director de Promoción de la Salud de la OMS. “Eso no es innovación, es manipulación. Y debemos ponerle freno”, agregó.
En vísperas del Día Mundial Sin Tabaco, celebrado cada 31 de mayo, la agencia sanitaria de las Naciones Unidas advirtió de que la popularidad de sabores como mentol, chicle o algodón de azúcar en cigarrillos, vapeadores, bolsitas de nicotina, pipas de agua y otros productos similares es cada vez mayor entre los jóvenes.
Los aromas y sabores que atraen a los consumidores enmascaran la toxicidad de estos productos, apuntó la OMS, pues suavizan el impacto del tabaco y la nicotina, haciéndolos más agradables al gusto, dificultan el abandono del consumo y están relacionados con enfermedades pulmonares graves.
A pesar de que los cigarrillos siguen siendo responsables de la muerte de hasta la mitad de sus usuarios, todavía se comercializan en versiones con sabores o con accesorios que permiten añadírselos.
“Los sabores están alimentando una nueva ola de adicción. Socavan décadas de avances en el control del tabaco y deben ser prohibidos”, declaró el director general de la OMS.
La OMS ha registrado la existencia de 120 sabores únicos, la mayoría de los cuales son afrutados, dulces, alcohólicos o mentolados. Clasifica ocho más como “otros sabores”, ya que no se pudieron agrupar en una de las 13 categorías principales, al incluir sabores vegetales como la achicoria, el hinojo y algunos hongos.
La publicación abunda sobre la disponibilidad de sabores en los accesorios, que varía según el país.
Los sabores a mentol-menta y fruta se registraron en todos los países, mientras que los sabores a frutos secos o postres solo se registraron en Brasil, Estados Unidos y Países Bajos, en tanto que los sabores a tabaco se documentaron en esos tres países más India.
“Si no actuamos con decisión, la epidemia mundial de tabaquismo, que ya mata a cerca de ocho millones de personas cada año, seguirá impulsada por una adicción disfrazada de sabores atractivos”, afirmó Tedros.
La OMS expone cómo las industrias del tabaco y la nicotina han desarrollado mecanismos como filtros con cápsulas y gotas de sabor para evadir regulaciones existentes y captar nuevos usuarios, principalmente jóvenes.
Más de 50 países han prohibido los sabores en productos de tabaco, y más de 40 han prohibido la venta de cigarrillos electrónicos, cinco de los cuales prohíben específicamente los dispositivos desechables. Siete naciones han vetado los sabores.
Pese a estos avances, los accesorios con sabor siguen en gran medida sin regular.
En este sentido, la OMS detalló que muchos sitios web que venden estos productos en línea son especialmente atractivos para los jóvenes debido al uso de colores e imágenes, diseños profesionales y elegantes, y enlaces a redes sociales y a la amplia gama de sabores y productos disponibles.
Precisó que 54 % de esos sitios no exige ningún tipo de verificación de edad.
Krech subrayó que el sabor es una de las principales razones por las que los jóvenes prueban estos productos.
“Combinados con empaques llamativos y campañas en redes sociales, los sabores han convertido a las bolsitas de nicotina, los productos de tabaco calentado y los vapeadores desechables en opciones atractivas, pero altamente adictivas”, afirmó.
Para el especialista “los vapeadores perfumados o de colores brillantes no son innovación, son manipulación, y debemos detenerla”.
Actualmente, países como Bélgica, Dinamarca y Lituania están tomando medidas para la eliminación de estos productos, un ejemplo que la OMS exhortó a seguir.
La organización reiteró que todos los productos de tabaco, incluidos los calentados, exponen a los usuarios a sustancias químicas cancerígenas y deben ser objeto de una regulación estricta.
“Ha llegado la hora de actuar. Los aromatizantes y los fabricantes que los utilizan no tienen cabida en un futuro saludable”, resumió Krech.
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