La lección de la inocencia
Uno de los elementos más bellos de la inocencia es la capacidad de soñar. Es la búsqueda instintiva de un mundo maravilloso, de un mundo más allá de lo visible. Un lector de El Mercurio escribió hace un tiempo la siguiente carta: Contenidos “Le debo informar al señor Ministro que millones de niños sí...