Las cosas de los cines
Una de esas convulsas tardes de marchar sutepistas, tomé rumbo por Abancay, pretendiendo -iluso de mí- encontrar un taxi libre por el camino. Así mis pasos se detuvieron en sobresalto al cruzar la fábrica de los Piana y tropezar corazón galopante, con un trozo semi vivo de mi historia palomilla. Si pues, era el Cine...


