No perdamos el tren del progreso
El zafarrancho del año pasado con un campeonato deslucido, de escaso atractivo y pobreza en todas sus costuras, se cambia por otro certamen al que se le ha llamado Liga 1. No se puede hablar de que tenga éxito pero al menos hay la fortalecida idea de que ya cansa la mediocridad añeja de todos...