¿Qué hacemos con Zambrano?
Carlos Zambrano no fue culpable de nada, hizo lo que hizo porque es su temperamento, su forma de sentir el fútbol. Carece de la capacidad para entender que debía guardar las formas y no amartelarse con aquello de poner pierna fuerte ante los chilenos. Su accionar, nos arruinó a todos. Ahora ya es muy tarde...