Que no se nos pase la cólera
En mi cuento “Confesión de Florcita”, la protagonista de ese nombre espera con una maleta un taxi en la puerta de su casa. No aguanta más a Santiago, su esposo, y va a dejarlo. Las razones son muchas: su “amado consorte” es alcohólico, desaparece de la casa durante días, no trabaja y supone que le...


