Pedro Gallese: ¿Cómo recuperar su mejor versión?

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Las últimas dos fechas de eliminatorias al Mundial Rusia 2018 han dejado varias interrogantes entre los aficionados peruanos. Algunas llegan hasta el extremo de empezar a pedir cabezas como las de Ricardo Gareca, Juan Carlos Oblitas o Edwin Oviedo, los hombres que ya sea desde el banquillo del entrenador nacional, o como gerente deportivo y hasta presidente de la Federación Peruana de Fútbol, están guiando este nuevo proceso clasificatorio de la selección peruana.

Pero, desde esta columna no vamos caer en esos “vicios destructivos”. Pensamos con objetividad que no se trabaja con las mismas aspiraciones mundialistas que Chile (la selección que mejor hace las cosas en América Latina). Sin embargo debemos tirar para adelante y laborar para mejores resultados. En la agenda de Ricardo Gareca debería tener un peso específico el caso de Pedro Gallese, guardameta nacional, que hoy no tiene quien le haga real sombra. No obstante, pareciera que no estamos ante el mismo nivel que le vimos en la Copa América, y mucho menos las performances con Juan Aurich cuando le dio cara a River Plate y al Tigres.

Los motivos pueden ser varios, en esta columna esgrimimos algunos. El nivel de competencia de Pedro Gallese no es el óptimo. No sólo por disputar nuestro mediocre campeonato nacional, sino por la clamorosa falta de ambición que viene exponiendo el Juan Aurich este 2015. Desde la eliminación de la Copa Libertadores, a inicios de año, el cuadro chiclayano ha perdido la vehemencia que lo llevó a disputar finales como la del 2014. Al final, valgan verdades, Gallese se ha visto perjudicado por llegar a un equipo que hoy se muestra timorato, extrañando la dirección de Edwin Oviedo que de la noche a la mañana prefirió el sillón de la FPF.

Seguro pensarán, la solución es vender a Pedro Gallese al exterior. Sí, siempre que se le busque un club que quiera darle la verdadera oportunidad de jugar. No vaya a ser como el caso de Raúl Fernández en el Niza de Francia, donde fue suplente eterno del colombiano David Ospina. Hoy, el arquero de Universitario de Deportes está lejísimos del nivel que lo posicionó en la portería peruana. El panorama de Gallese debe verse con menos ambiciones por parte de sus empresarios y el club chiclayano y privilegiando el futuro del hombre que hoy defiende el arco de todos los peruanos.

En todo caso, también hay que buscarle competencia a Pedro Gallese. Pero ese factor que hasta hace unos meses parecía sencillo, pues se hablaba de abundancia de porteros peruanos con oficio, hoy se ha visto bastante trastocado. Oficialmente, revisando las convocatorias de Ricardo Gareca, debemos entender que el guardavalla de Sporting Cristal, Diego Penny, tiene la primera opción y la otra chance pertenece a Salomón Libman de la Universidad César Vallejo. Pero, a juicio personal, consideró que Penny no otorga las garantías necesarias para enfrentar a las selecciones de América. Y, con Libman, el caso es aún más extraño. El arco de la Vallejo le viene perteneciendo al argentino Fernando Martinuzzi, dejando al peruano en un segundo orden.

Fuera de las convocatorias, arqueros que hasta hace muy poco se perfilaban como candidatos hoy han perdido continuidad por la política de los clubes. En Universitario y Alianza Lima han perjudicado a José Carvallo y George Forsyth, al ponerlos en competencia con Raúl Fernández y Leao Butrón: los resultados demuestran intermitencias en cuatro elementos seleccionables. Un nombre que parece haber sido “dejado de lado” es el de Erick Delgado, de buena actualidad en el Deportivo Municipal. Al parecer le hace falta “prensa” al Loco.

 

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