¿Tienes metas para 2016?
En esta época las personas se preguntan qué van a hacer en el Año Nuevo. Muchas veces el enfoque está en otras personas, pero ¿cómo pensar en los demás y también beneficiarse?
El comienzo del año puede ser una oportunidad para alegrarse, pero también para traer alegrías a mucha gente y quizás no solo durante las fiestas, sino durante todo el año que se aproxima.
Estudios y estadísticas muestran que hacer el bien a los demás trae beneficios a la salud. Por ejemplo, hacer trabajo voluntario contribuye favorablemente con varios aspectos de la vida, tales como la felicidad, la satisfacción, la autoestima, el autocontrol e incluso la salud física.
Sin embargo, en todos los EEUU apenas un 22% de los hombres y un 28% de las mujeres hacen trabajo voluntario, aunque haya muchas oportunidades en servicios sociales, educativos y religiosos.
El interés por el voluntariado puede crecer en uno de diversas maneras. En mi caso, me acuerdo que desde niña naturalmente me gustaba ayudar a los demás. De los 8 a los 10 años vivía cerca de mi abuela y los domingos siempre iba a comprarle frutas y verduras en la feria de la calle delante de su casa. Entre los 12 y 13 años siempre ayudaba una de mis maestras a corregir ejercicios de alumnos de grados anteriores al mío. Durante todos los años de mis estudios ayudé a compañeros de clase cuando tenían dificultad para entender algo.
Como adulta me fue natural ser voluntaria de varias maneras en la iglesia de la Ciencia Cristiana, cuya fundadora, Mary Baker Eddy, me inspiró de diversas maneras con su dedicación abnegada hacia Dios y la humanidad. Sabiamente, dejó la enseñanza de que no hay “…por qué cansarse ‘de hacer bien’. … Dar no nos empobrece en el servicio de nuestro Hacedor, ni retener nos enriquece.”
Pero “hacer el bien” no siempre resulta fácil. Por ejemplo, en los ocho años que fui capellán voluntaria de la Ciencia Cristiana en una cárcel de Boston escuché historias muy tristes y conocí casos muy difíciles. Pero la alegría y la esperanza que veía en el rostro de las personas al aprender que Dios es Amor, entender su inocencia espiritual y recibir curaciones físicas y emocionales es algo inapreciable, algo que me emociona y trae gratitud hasta hoy.
Por eso, quizás durante el Año Nuevo puedas buscar oportunidades de servir como voluntario de alguna manera. Tus actos de amor pueden ser los regalos más lindos e inolvidables que alguien pueda recibir. ¡Hay tantas ventajas en donar y donarse, en expresar el Amor de una manera pura y alegre! Además de hacer feliz a alguien y a ti mismo, estarás compartiendo con los demás lo que no se compra con dinero, pero que es lo mejor que tienes para dar y lo que te hace más saludable.
(Escribe: Leide Lessa, maestra y conferenciante de la Ciencia Cristiana y escribe sobre salud y espiritualidad. Twitter @LeideLessa).