Universitario y Sporting Cristal se lanzan al ruedo copero con alertas adosadas a nuevos desengaños ante la evidencia de no estar muy apapachados ni acomedidos para enchufarse a una exitosa Copa Libertadores 2021.
El temor y la desconfianza nacen por los precarios resultados de los últimos años donde no hay registros ni evidencias de haberse recogido buenas cosechas que permita alentar triunfos. No se diga que el pesimismo prematuro cope la abundancia futbolística que no tenemos.
Universitario dejó de tener la arrogancia de añejas jornadas con individualidades que atemorizaban a los adversarios, de una época distante en que las cerezas eran sabrosas y comestibles y no las agrias de ahora que causan indigestión.
Universitario no tiene el rodaje ni la carga de suficiencia del Palmeiras, el primer rival en esta aventura en la Copa Libertadores.
El equipo brasileño, campeón vigente del certamen, tiene jerarquía y prestancia en medio del exilio crema con una tropa que no garantiza nada bueno a juzgar por lo mostrado en la Liga 1.
Es sabido que para jugar una Copa Libertadores es de obligación tener un equipo arropado con figuras que el elenco de Ate no tiene. El once de Ángel Comizzo en esta versión 2021 ha mostrado muy poco, apenas un empate ante FBC Melgar y un triunfo con la Universidad San Martín.
En ambos partidos los de Ate han delatado limitaciones y desbalances con escaso crédito para meter miedo en un torneo que por ser corto, no se puede dar ventajas.
El recuerdo de Universitario de 1972 cuando alcanza el subcampeonato en la Copa Libertadores es el mejor aliciente para que los actuales jugadores se esmeren.
La ‘U’ de ese entonces con Chumpitaz, Percy Rojas, Fernando Cuéllar, Lucho Cruzado, Rubén Techera, Juan José Muñante, Bailetti y Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez bajo la conducción de Roberto Scarone llegó a la grandeza construida con un equipo que pudo ser campeón. Esa deuda perdura y con el tiempo, no es posible, que en la actualidad se pueda cobrar.
Así, es muy poco lo que pueda esperarse de la ‘U’ en esta edición. No hay nada exultante para pensar que una gananciosa etapa esté por llegar a los predios del estadio Monumental.
Sporting Cristal que también tiene en su haber un subcampeonato en la Copa Libertadores de 1997 promete un mejor cometido con Roberto Mosquera. Un inicio contra Sao Paulo supone un buen rendimiento.
En todo caso el equipo rimense se perfila con mejor chance aunque quedan las dudas de un mejor desempeño en un grupo que no permite especular ni dormirse.