Cuando se esperaba un triunfo holgado de nuestra selección frente al colero Venezuela, con cero puntos, ocurrió el peor partido de la bicolor, que debió remontar un imprevisto 0-2, ante un cuadro ‘veneco’ que supo aprovechar los claros yerros peruanos, que recién cambió la cara y logró empatar angustiosamente 2-2 en los descuentos, por intermedio de Ruidiaz.
En las redes sociales el enojo es tremendo y la reacción va desde el pedido de la salida de Ricardo Gareca, que nada bueno muestra como DT de la bicolor, así como la condena a los referentes, léase los ‘Cuatro Fantásticos’, que estuvieron en una noche para el olvido.
Recién con la salida de Pizarro y Jefferson Farfán, en el minuto 60, para permitir los ingresos de Raúl Ruidíaz y Edison Flores, el equipo peruano mejoró y llegó el 2-1 con fuerte remate de Guerrero y recién en los descuentos, minuto 94, Ruidiaz marcó el 2-2, que los diarios peloteros aplauden, como si el empate nos diese un respiro en estas Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.
Y es que desde el mundial de 1994, en que se cambió la forma de puntuar, otorgando tres puntos al ganador y solo uno a los empatadores, este resultado, el empate, está más cerca a la derrota. Miren la tabla de puntuación y constatarán lo que afirmo. Si hubiésemos ganado, como lo imponía el hecho de ser locales y tener al frente al país colero, con CERO puntos y sin cinco de sus titulares, entonces hubiésemos sumado seis puntos y estaríamos a uno solo del quinto puesto, que también califica al repechaje, y que ahora ocupan Brasil, Chile y Colombia con 7 unidades.
Pero el triste y horrible empate nos mantiene antepenúltimos, con apenas cuatro puntos y solo encima de Venezuela con uno y Bolivia con tres. El ansia de clasificar al mundial ha sufrido un retroceso y eso se nota en el sentimiento del hincha.
Por supuesto que la culpa reside fundamentalmente en el técnico Ricardo Gareca, debutante como DT de un seleccionado de un país, y a quien se han brindado todas las facilidades para un mejor trabajo, como irse a Europa a hablar con los posibles convocados, como si o existiese teléfono o mail, para el enlace.
¡Cómo poner a Ascues en la defensa central, sabiendo que no había jugado varios meses por lesión? La falta de ritmo lo obligó a cometer penal contra Añor, que definió muy bien Otero. Y comenzando el segundo tiempo, le faltó reacción a Ascues, que permitió el remate de Villanueva que fue el 2-0.
Perú jugó un horrible primer tiempo, siendo superado por una Venezuela con mejor disposición física, otra deficiencia notable en la bicolor. Hasta Juan Carlos Vargas resultaba improductivo y más fueron las veces que los ‘llaneros’ llegaron al arco de Gallese, que los nuestros al arco rival.
Fue tan desesperante este primer tiempo peruano, que arriba dio la impresión que Pizarro se retrasó en una posición de armar juego, ante la inoperancia de Renato Tapia y de Christian Cueva, mientras Guerrero mandó una pelota al poste y Farfán no ataba ni desataba.
Recién en la complementaria, el equipo nacional intentó recomponer su juego con el ingreso del veterano Carlos Lobatón, en reemplazo de Tapia, pero el cuadro seguía impreciso, improductivo. Recién a los 60 minutos la blanquirroja emparejó el dominio y pasó a causar daño en las filas venezolanas, gracias al ingenio de Flores y la potencia y movilidad de Ruidíaz.
Por supuesto que el cargo de DT le cae ancho a Ricardo Gareca, pero habrá que esperar a lo que suceda en Montevideo, para tomar la decisión de cambio. Y también debe ser motivo para dejar de lado a los referentes y arrancar con los muchachos que reclaman y demuestran que pueden ser soluciones como ya lo ratificaron Flores y Ruidiaz y también lo sueñan Da Silva y Benavente. Los cambios suenan fuerte en el equipo peruano. Ah, y esta columna la escribí antes del partido Brasil-Uruguay, jugado anoche, y cuyo resultado debe influir en cómo afrontarán los uruguayos su siguiente partido en casa frente a Perú. Hasta la próxima.