Se buscan activistas

 

Cuando la repercusión de un suceso desplaza al hecho noticioso en sí mismo y pasa a ser el foco de atención, estamos ante una suerte de metanoticia.

El neologismo se justifica en el caso del júbilo pocas veces visto, que produjo el fallo mediante el cual la Corte Suprema de Estados Unidos declaró que el matrimonio homosexual no viola su Constitución.

Este fallo es relevante de modo directo solo para la comunidad gay de 14 Estados, porque en los restantes 36 ya estaba vigente el matrimonio homosexual.

En periodismo, la valoración de una noticia depende de su trascendencia, de su interés y algunos otros factores como la novedad y la cercanía. Los medios más prestigiosos, como la BBC, la DW (sitio alemán de noticias), El País de España y The New York Times, informaron según este principio.

En cambio, las redes sociales se desbordaron. Solo en Facebook, 26 millones de usuarios cambiaron el avatar de su perfil por el símbolo multicolor, y no se trataba solo de ciudadanos de los catorce Estados aludidos, ni del país involucrado en la noticia.

En cuanto al tema en sí, este fallo de la Corte le cayó como don del cielo a la comunidad gay de los Estados más conservadores y el descontento no se hizo esperar.

Un pastor evangélico en Indiana, por ejemplo se quejaba al The New York Times “Me temo que ahora nosotros somos los criminales”.

Un lector mostró su descontento con argumento evolutivo: “Lo mejor acerca de los gays es que no se pueden reproducir” ¡Dios, cómo amo el darwinismo!. La polémica continuará tal vez por siempre.

Al más alto nivel del gobierno, el presidente Obama dijo que a raíz de esta decisión de la Corte, EEUU es ahora un mejor país. Respetable su opinión aunque solo unos pocos días antes habían sido asesinadas a tiros diez personas dentro de una iglesia, por motivos racistas.

Cuando se conoció el voto dirimente del juez Anthony Kennedy, La Casa Blanca apareció iluminada con los colores del arcoiris, ¿Símbolo bíblico de que se ha conseguido la paz universal? No, el emblema de la comunidad gay.

En el Perú, los activistas del movimiento homosexual recibieron la adhesión jubilosa en las redes sociales de parte de muchos que no pertenecen al colectivo, pero han venido apoyándolo porque adhieren al principio de igualdad.

Gran cosa es ser solidarios y congratularse porque tras el fallo, muchas parejas homosexuales en EEUU que antes no podían legalizar su relación sentimental ni ser sujetos de beneficios testamentarios, ahora podrán hacerlo. Bien por ellos.

Lo anteriores un hecho noticioso que tuvo su cobertura justa y proporcionada.

En cambio, el desborde jubiloso entre personas ajenas al hecho no se explica solo por la adhesión a los derechos de las minorías que corresponde al pensamiento liberal. ¿Todos los derechos? ¿De todas las minorías?.

Los movimientos de indignados fueron sobre todo desafíos al poder político y económico y además, mostraron la capacidad ciudadana de aglutinarse en torno a protestas gracias al poder de convocatoria de las redes sociales.

Pero activismo para desaparecer el racismo, eliminar el hambre o la trata de personas, la esclavitud encubierta y otras lacras humanas, no se ve.

En nuestro planeta hay demasiada gente que no solo está impedida de casarse con quien ama, sino que por causa del hambre o la guerra no llega a vivir lo suficiente o malvive en esclavitud, o que ha visto morir a sus hijos e hijas en las guerras y atentados.

Urgente: Hacen falta grupos de presión muy potentes para causas humanitarias.

 

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