La Copa América Centenario en buena cuenta sirve para salvar las escaramuzas del futuro en el reinicio de la Eliminatoria Rusia 2018 donde la pasamos mal, pero en el certamen norteamericano una insospechada selección peruana cambia chatarra por auto nuevo.
La Copa América Centenario es un torneo revalidado por la presencia de selecciones con la idea puesta en quedarse con el trofeo pese a que Uruguay y Brasil, dos grandes de Sudamérica, se quedaron en el camino.
Las demás selecciones, las que sobreviven, están conectados acá con sus mejores jugadores, los mismos que en el último Mundial de Brasil 2014 brillaron con luminosidad propia.
Lionel Messi, Arturo Vidal, James Rodríguez y Guillermo ‘Memo’ Ochoa, considerado entre los cinco mejores arqueros de la cita brasileña, rivalizan con futbolistas de menor rango.
Si no fuera por la Copa América Centenario el seleccionado peruano no tendría opción de toparse con combinados mundialistas. Eso hay que aprovecharlo porque bien sabemos que clasificar a un Mundial es otra cosa que estamos negados.
Y si Perú llegó salvar con éxito como campeón del Grupo B donde daba escalofríos pensar que pasara a octavos de final con las presencias de Ecuador y Brasil, era un cometido tan difícil como el parto complicado.
Terminar invicto en el Grupo B y estar instalados entre los ocho mejores sirve de bisagra para abrir otras puertas que podemos forzar aun cuando dar coquetos mensajes al Mundial de Rusia 2018 es sentarse en un Tico y tener como rivales que corren a bordo de un Ferrari.
Sin embargo algo bueno ocurre con la selección que conduce Ricardo Gareca que está metido en octavos de final de la Copa América Centenario como un invitado intruso y visto con recelo justificado.
La presencia peruana aun cuando haya sido en medio de un polémico resultado ante Brasil, dejamos constancia una posición que nadie refuta por cuanto el error del árbitro es parte del juego.
Si el árbitro uruguayo validó el gol por supuesta mano de Raúl Ruidíaz es porque se jugó el pellejo ante la escasa ayuda de los colaboradores cercanos que no metían la mano al fuego.
Fue gol y quedará registrado en las estadísticas del fútbol mundial y no habrá ninguna mano que galvanice otro resultado distinto.
Además, la selección peruana hizo bien en renovarse. En buscar nuevos jugadores que le dan frescura a este once que agrega a su lírico pasado un sacrificio colectivo para lograr resultados.
Si Ricardo Gareca logra resultados con esta selección, no hay que cambiar el chip.