BUENOS AIRES (Argentina).- La Cumbre del Mercosur tuvo un inusitado epílogo en Buenos Aires, mientras los participantes abogaron por fortalecer la unidad y el multeralismo, el presidente Javier Milei en la despedida amenazó con sacar a Argentina del bloque regional.
Y al margen de la cita, la visita del mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, a Cristina Fernández en su prisión domiciliaria atrajo todos los reflectores y la atención pública hacia el barrio porteño de Constitución, donde tuvo lugar en solidario abrazo.
Ese encuentro elevó a la palestra internacional el encierro domiciliario de la expresidenta, quien lo calificó de «un acto político de solidaridad» y denunció que “Argentina vive una deriva autoritaria” bajo un “terrorismo de Estado de baja intensidad”, en un enjundioso mensaje que compartió por X luego de despedir a Lula.
Previo a ese encuentro, los asistentes reunidos en el Palacio de San Martín, sede de la Cancillería argentina, rubricaron una declaración que ratifica “la importancia de garantizar a la región como zona de paz y libre de armas de destrucción masiva”, así como “el compromiso de fortalecer la unidad y modernizar el Mercosur”.
También convocaron a “articular acciones, profundizar el diálogo, la concertación política y la cooperación con otros esquemas de integración regional” y a “impulsar todos los elementos esenciales para el proceso de integración, el desarrollo y la prosperidad, especialmente de las personas en situación de vulnerabilidad”.
A su vez, apoyaron “los esfuerzos intergubernamentales para fortalecer el multilateralismo, la articulación de los mecanismos de defensa de la democracia, los principios fundamentales del derecho internacional, la protección y promoción irrestrictas de los derechos humanos”.
Los firmantes de la declaración fueron, además del presidente Lula da Silva quien asumió la presidencia pro tempore del bloque, los dignatarios Luis Arce (Bolivia), Santiago Peña (Paraguay), Yamandú Orsi (Uruguay), y en representación de los Estados asociados José Raúl Mulino (Panamá), la vicepresidenta de Ecuador, María José Pinto, autoridades de Colombia, Chile y Perú, más el anfitrión Milei.
No obstante, el mandatario argentino en su discurso de cierre manifestó lo contrario; cuestionó la vigencia del mercado común, reclamó su flexibilización, exigió reformas ultraliberales pro-libertad comercial, y avisó que Argentina podría abandonar el bloque si los socios no acompañan sus exigencias.
“Emprenderemos el camino de la libertad y lo haremos acompañados o solos”, amenazó. Su aspiración es concertar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, pero Washington, cuyo presidente hoy impone abusivos aranceles por doquier, le exige sin embargo una disminución o eliminación de esas tarifas con los que el Mercosur resguarda las economías del bloque.
En sus exigencias, el libertario insistió: “Queremos que el Mercosur adopte las reformas pro-libertad comercial que necesita y por eso esperamos que la próxima presidencia acompañe las medidas que hemos tomado”, dijo en referencia a la labor pro-témpore que ejercerá Lula Da Silva, poniendo así presión sobre el brasileño.
De esa manera, Milei atiza el conflicto en un mecanismo en el cual ha prevalecido la cordura y sensatez política y que, por ejemplo, negoció y logró un Tratado de Libre Comercio con el grupo europeo EFTA que integran Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, según se anunció en esta Cumbre de Buenos Aires. Además, avanzó en otro con la Unión Europea, que si no se ha concretado es por sectores europeos.
Lula habrá tomado nota de los dichos del mandatario anfitrión antes de ir a abrazar a su amiga, como calificó a Cristina, y antes de partir de regreso recibió en la residencia del embajador brasileño al Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, y ambos se retrataron portando carteles con el llamado de “Cristina Libre”.
Cumbre del Mercosur: reafirman la importancia de garantizar la paz en la región
Fuente y foto Prensa Latina