Lo que alguna vez fue una sólida historia de amor y sociedad familiar terminó convertido en un campo de batalla legal por millones de dólares. Daddy Yankee, uno de los nombres más importantes de la música urbana, enfrenta hoy no a rivales en la industria, sino a quienes por décadas formaron parte de su círculo más íntimo: su exesposa Mireddys González y su excuñada Ayeicha.
Tras casi 30 años de matrimonio y una carrera construida desde los cimientos con González como aliada estratégica y emocional, la ruptura se ha tornado amarga. El 19 de febrero se oficializó el divorcio, pero los conflictos no terminaron ahí. Muy por el contrario, apenas comenzaban.
El quiebre definitivo: acusaciones y demandas
El 30 de julio, en un giro inesperado y doloroso, las empresas El Cartel Records, Inc. y Los Cangris, Inc., encabezadas por Daddy Yankee, demandaron a Mireddys González y su hermana en un tribunal federal de Puerto Rico. La cifra exigida: 12 millones de dólares.
Según el documento legal, ambas habrían accedido sin permiso a correos corporativos, eliminado comunicaciones sensibles y saboteado procesos clave, como la venta del catálogo musical del artista y su gira mundial La Última Vuelta.
La acusación va más allá de una disputa comercial: pone en tela de juicio la confianza que alguna vez fue el pilar de una de las parejas más discretas y estables del espectáculo latino.
Una alianza rota desde adentro
Lo más grave, sin embargo, podría no ser lo económico. Lo que la demanda deja entrever es la dimensión de la ruptura: según se indica, en diciembre de 2024, ambas mujeres transfirieron —presuntamente sin autorización— más de 100 millones de dólares desde cuentas corporativas a cuentas personales. El hecho marcó el inicio del enfrentamiento judicial que ha ido escalando en múltiples frentes.
Lo que comenzó como una historia de pareja que desafiaba los escándalos típicos de la farándula, hoy termina con alegaciones de fraude, litigios y acusaciones cruzadas. Daddy Yankee incluso ha solicitado que se desestimen sanciones impuestas por su exesposa en instancias previas.
El precio de la confianza perdida
Más allá del dinero y los contratos, este caso refleja una verdad incómoda: cuando el amor y los negocios se entrelazan durante décadas, su separación puede ser más costosa —emocional y legalmente— que cualquier cifra en los tribunales. Daddy Yankee enfrenta así, fuera del escenario, la batalla más íntima y compleja de su vida.
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