¿Deshidratación en adultos mayores? EsSalud ofrece algunas sugerencias de cómo evitarla

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Una deshidratación severa en adultos mayores es peligrosa y puede causar falla renal, trastornos electrolíticos (sodio muy alto o bajo) y hasta la muerte, si no se maneja adecuadamente la situación, advirtieron especialistas del Seguro Social de Salud (EsSalud).

El doctor César Villacrez Vela, médico geriatra del Hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud, explicó que la deshidratación es la pérdida del agua corporal –la que ingresa o que está en nuestro organismo- debido a la disminución de la sed que tiene en general los adultos mayores y la poca capacidad de los riñones para concentrar la orina y retener líquidos.

“Existe la deshidratación aguda ocasionada por diarreas o infecciones, y las crónicas, que se deben a procesos mucho más larvados y comunes en los ancianos, a la disminución de la ingesta de líquidos, de agua, que es un nutriente primordial porque no da calorías ni proteínas, pero proporciona micronutrientes como los minerales y electrolitos. De no haber contraindicaciones, debemos consumir entre 1.5 a 2 litros de agua al día”, señaló.

Agregó, que, si la deshidratación es leve y la persona se encuentra con un buen estado de conciencia, la rehidratación de manera oral con ingesta de líquido es lo correcto, pero en el caso de las moderadas o severas y que presenten alteraciones del estado de conciencia, es importante que sean evaluadas por un especialista porque es probable que necesiten una rehidratación endovenosa o una fluidoterapia.

Recomendaciones

– El familiar o cuidador del adulto mayor tiene que evaluarlo permanentemente para estimular la hidratación adecuada. Entender que en el adulto la sensación de sed está disminuida y no va a pedir agua así esté deshidratado porque no tiene sed.

– Mantener una hidratación más intensiva y amigable si la persona está orinando menos o la orina, como se dice popularmente, está más cargada.

– No solo rehidratar con agua, se pueden usar infusiones, sopas, jugos, mazamorras, gelatinas. Es importante tomar un vaso de agua en el desayuno, almuerzo y cena. La hidratación preventiva debe ser amigable y de presentar alguna patología de fondo requiere ser evaluado por algún especialista.

– La cantidad promedio, si es que no existen contraindicaciones, es de 1.5 a 2 litros por día para los ancianos, que se puede repartir en tres tomas principales y las demás en el resto del día.

Signos de deshidratación

El geriatra precisó existen varios tipos de adultos mayores y los menos sintomáticos son los frágiles y los que tienen demencia. Aconsejó estar atentos a síntomas como la mucosa y la piel seca, los cambios en la conducta, fatiga, la concentración y cambios de coloración de la orina, calambres, estreñimiento.

Una persona con un estado de conciencia más alterado quiere decir que tiene un grado de deshidratación mucho más grande y, en algunos casos, va a requerir hospitalización, indicó.

Fuente: Andina