Ecuador: Correa pone contra las cuerdas a la oposición

shadow

 

QUITO.- Rafael Correa se mostró dispuesto a archivar de manera definitiva proyectos de ley sobre el impuesto a las herencias y a la plusvalía, si sus detractores le demuestran que las nuevas tasas impositivas afectarán a los pobres o a la clase media del país.

Según explicó  el mandatario en un mensaje a la nación, el retiro temporal de las propuestas para incrementar los impuestos a las herencias y la plusvalía busca conjurar las protestas, en algunos casos violentas, que en los últimos días protagonizaron grupos opositores en Quito y otras ciudades.

Para evitar que estos grupos provoquen más violencia, más aún cuando precisamos para la visita del papa Francisco un ambiente de paz, regocijo, reflexión para su recibimiento, he decidido retirar temporalmente los proyectos de ley mencionados, explicó Correa.

El Jefe de Estado, en el poder desde enero del 2007, apuntó, no obstante, que se impone abrir un gran debate nacional, no solo sobre los proyectos de ley en cuestión, sino también sobre la clase de país que desean todos los ecuatorianos.

Queremos debates, no gritos, queremos ar­gumentos, no manipulación, remarcó el mandatario.

Correa incluso se mostró dispuesto a archivar de manera definitiva ambos proyectos de ley, si sus detractores le demuestran que las nuevas tasas impositivas propuestas por el Ejecutivo afectarán a los pobres o a la clase media del país.

En el caso de las herencias, el gobierno propone una tasa impositiva que se comenzaría a aplicar de forma progresiva a partir de un pa­trimonio heredado equivalente a 100 salarios básicos o, lo que es lo mismo, 35 400 dólares.

Según el Presidente esa medida afectaría a menos del dos por ciento de la población, pues apenas tres de cada 100 000 ecuatorianos recibe cada año una herencia superior a los 50 000 dólares.

El gravamen sobre la plusvalía, por su parte, busca frenar las ganancias ilegítimas que obtienen los especuladores con la venta de terrenos y propiedades, sobre todo en zonas donde el gobierno construye sus obras.

De acuerdo con Correa, con ambos proyectos de ley lo que se quiere es lograr una mejor distribución de las riquezas, con miras a construir un Ecuador más justo y equitativo.

Ahora toca el turno a la oposición demostrar que sus protestas eran realmente contra las medidas, y no parte de una conspiración para derrocar al gobierno, como asegura el mandatario, quien incluso retó a sus detractores a reunir las firmas necesarias para convocar a un referendo revocatorio.

Por lo pronto, algunos líderes de la oposición, entre ellos el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; y el excandidato presidencial Guillermo Lasso, ya anunciaron que las manifestaciones continuarán, lo que hace temer que el gesto conciliador de Correa ha caído en saco roto.

Los seguidores de Correa tampoco parecen tener intenciones de desmovilizarse y dejarles las calles a sus enemigos políticos, aunque valoran altamente la rama de olivo que les tendió el gobernante.

Les estamos quitando el pretexto, y les estamos extendiendo la mano, y les decimos con la generosidad propia de un revolucionario, que nos sentemos a conversar, afirmó la legisladora de Alianza PAÍS, María Augusta Calle.

Imagen: elcomercio.com