WASHINGTON (EEUU).- En los próximos siete días no se espera formación de eventos meteorológicos en la región del Atlántico y el Caribe, informa hoy el Centro Nacional de Huracanes (CNH), una arrancada de temporada atípica en comparación con las anteriores.
Con pronósticos de activa en el 2025, la temporada ciclónica del Atlántico y el Caribe comenzó de manera oficial la víspera, sin embargo, desde hace dos semanas instituciones climáticas de la región comenzaron a monitorear las condiciones atmosféricas por la ocurrencia de eventos pre-temporada desde hace algunos años.
Para este ciclo, que retoma los nombres de tormentas formadas del 2019, la lista arrancará con “Andrea”, para seguir después con “Barry” y “Chanta”l, mientras “Dexter” sustituirá a “Dorian”, como indican las normas de la Organización Meteorológica Mundial, de desechar los nombres de eventos que resultaron catastróficos.
A este le sucederá “Erin”, “Fernand”, “Gabrielle”, “Humberto”, “Imelda”, “Jerr” y, “Karen”, “Lorenzo”, “Melissa”, “Nestor”, “Olga”, “Pablo”, “Rebekah”, “Sebastien”, “Tanya”, “Van” y “Wendy”.
Las estadísticas registran que en el 2024 se formaron 18 depresiones e igual cantidad de tormentas, 11 huracanes y de ellos cinco mayores, lo que el ciclo fue catalogado de hiperactivo.
El más poderoso de los huracanes fue “Milton”, formado en el Golfo de México, el cual se intensificó después hasta llegar a ser en el segundo de categoría 5 de la temporada, convirtiéndose en el huracán atlántico más intenso desde el “Wilma” en el 2005 y desde “Dorian” en el 2019 por velocidad del viento.
Hace solo unos días, el sitio Wunderground.com, luego de un seminario con especialistas del CNH dio a conocer algunas consideraciones a tener en cuenta en esta temporada, luego de lo sucedido en el 2024.
Consideraron que las inundaciones por lluvias causadas por ciclones y huracanes son más peligrosas y mortales que el viento, al provocar mayor cantidad de muertes.
Otra de las experiencias expuestas es que fueron registrados la tercera mayor cantidad de tornados: las tormentas tropicales y los huracanes pueden variar considerablemente en cuanto a la cantidad de tornados que producen, por lo que esta amenaza a veces se pasa por alto.
Para los especialistas, es difícil pronosticar una intensificación rápida, pero se han logrado avances y fueron 34 la cantidad de veces que se produjo un desarrollo en las tormentas del Atlántico el año pasado, casi el doble de la cantidad promedio de una temporada.
Auguran los meteorólogos que, a pesar de los pronósticos, aún pueden producirse tormentas tropicales y huracanes inesperados como lo sucedido con el huracán “Óscar”, que azotó la isla Gran Turca como huracán de categoría 1 menos de 24 horas después de ser declarado inicialmente tormenta tropical. Un día después, azotó Cuba como huracán.
“Osca”r nunca tuvo una alta probabilidad de desarrollo debido a la escasa señal en la guía del modelo. Su pequeño tamaño probablemente influyó en las escasas señales de desarrollo, lo que constituye otro ejemplo de la notable dificultad para pronosticar las tormentas pequeñas, expusieron.
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Fuente y foto Prensa Latina