EEUU: Sonda InSight de la NASA llega a Marte tras  “7 minutos de terror” de descenso (VIDEO)

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HOUSTON.- El módulo espacial InSight  de la NASA afrontó los   llamados “siete minutos de terror” en su descenso a la superficie de  Marte, “una de las partes más intensas de mi misión”, asegura el aparato en Twitter, que paso meses  transmitiendo las vicisitudes de su largo viaje.

– El amartizaje presentó una situación de altísimo riesgo para la misión, que después de seis meses de viaje busca estudiar el interior del planeta rojo porque cualquier error habría podido  provocar que rebote en la atmósfera o se incendiase acabando con la misión.

“¡Ya casi es hora!” escribió este lunes a sus alrededor de 80.000 seguidores, a los que invitó a seguir el último informe de su equipo terrestre sobre lo que esperan “aprender en Marte” y cómo se está preparando el ingenio ante el inminente amartizaje.

Estaba previsto que la misión Insight de la NASA llegase a Marte poco antes de las 20 GMT, momento en el que había recorrido en seis meses la distancia que le separa al planeta rojo de la Tierra.

Los “siete minutos de terror” son los más delicados de la misión, cuando atraviese la atmósfera a casi 20.000 kilómetros por hora y en ese tiempo tenga que reducir su velocidad a solo cinco kilómetros para poder posarse con seguridad en la superficie marciana.

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Los científicos esperaron hasta las 20.01 GMT para recibir la primera señal enviada por la sonda. Solo desde ese momento podrán estar seguros de que está intacta y bien estabilizada sobre sus tres pies.

“Es una de las partes más intensas de mi misión. Empieza cuando llegue a la zona alta de la atmósfera marciana y dura unos seis minutos y medio, hasta que aterrice con seguridad”, explicó hace unas horas InSight junto a una de las muchas recreaciones del momento que ha subido a su Twitter.

Se trata de un proceso que puede calificarse de cualquier cosa menos fácil. De hecho, el módulo Schiaparelli del proyecto ExoMars no superó esa complicada fase y acabó hecho pedazos contra el planeta rojo en octubre de 2017.

Solo Estados Unidos ha logrado colocar artefactos allí, invirtiendo en estas misiones con el objetivo de preparar una futura incursión con exploradores humanos para la década de 2030. Pero más de la mitad de los 43 intentos por llevar a Marte robots, satélites u otros -ejecutados por agencias espaciales de todo el mundo- han fallado.

El complicado proceso

El solo roce con la atmósfera habría provocado  que la temperatura aumente rápidamente hasta los 1.500 °C, pero la sonda estaba  preparada con un escudo térmico reforzado para tolerar el impacto.

La sonda se desplazó entonces a unos 20.000 km/h, entre tres y cuatro veces más rápido que una bala de fusil, ccon el objetivo alcanzar un área rectangular de unos 10 km por 24 km. Después de haber partido de un punto de la Tierra, a 480 millones de kilómetros de allí, “es como marcar un gol a 130.000 kilómetros de distancia”, destaca la NASA.

Cuatro minutos y un centenar de kilómetros más allá, un paracaídas se abrió  automáticamente, frenando de manera brutal el descenso. Después, una vez desplegado el escudo térmico, el aparato abrió sus tres pies y el paracaídas se desprenderá.

“Estaremos en caída libre por un breve momento, algo que es absolutamente terrorífico de pensar para mí”, dijo Tom Hoffman, jefe del proyecto InSight para la NASA.

La sonda encenderá rápidamente sus 12 retrocohetes que enlentecerán a unos 8 km/h el descenso del aparato, que entonces no pesará más de 365 kg.

A las 19H54 GMT, casi siete minutos tras su primer contacto con la atmósfera, InSight debería finalmente “amartizar”.

La misión

Una vez en Marte, si todo va bien, InSight tiene un largo trabajo por delante para analizar “el corazón” del segundo planeta más pequeño del Sistema Solar, después de Mercurio.

Hasta ahora las misiones a Marte han capturado imágenes de la superficie, estudiado rocas, excavado en la tierra y buscado pistas sobre el agua que alguna vez fluyó, pero nunca se ha indagado en su interior.

El módulo espacial auscultará así el interior del planeta para lo que usará una excavadora mecánica que perforará a cinco metros de profundidad, donde medirá la temperatura interna y seguirá cualquier movimiento interno con ayuda de un sismógrafo. (ECHA- Agencias)