CIUDAD DEL VATICANO.-. El Papa León XIV celebrará 31 de diciembre su tradicional audiencia general de los miércoles y, posteriormente, a las 17:00 horas, las vísperas y el ‘Te Deum’, en acción de gracias por el año que termina, y comenzará el 2026 rezando por la paz.
Según la agenda del Pontífice, la primera celebración del 2026 tendrá lugar el 1 de enero, Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios, y también Jornada Mundial de la Paz. El Papa celebrará una misa a las 10:00 horas, seguida del Ángelus, a las 12:00 horas.
El tema del mensaje del Papa León XIV para la 59 Jornada Mundial de la Paz invita a abrazar «una paz desarmada y desarmante» y llama a ciudadanos y políticos a construir juntos «un futuro humano y pacífico», según avanzó el pasado mes de agosto el Dicasterio del Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Así, bajo el lema ‘La paz sea con todos ustedes: hacia una paz desarmada y desarmante’, el Pontífice insta a la humanidad «a rechazar la lógica de la violencia y la guerra, para abrazar una paz auténtica, fundada en el amor y la justicia».
«Debe ser desarmada, es decir, no fundada en el miedo, las amenazas ni los armamentos; y desarmante, porque es capaz de resolver conflictos, abrir corazones y generar confianza, empatía y esperanza. No basta con invocar la paz; debe encarnarse en un estilo de vida que rechace toda forma de violencia, ya sea visible o estructural», señala.
Clausura de la Puerta Santa y fin del Jubileo
Posteriormente, el 6 de enero, el Pontífice presidirá la eucaristía de la solemnidad de la Epifanía del Señor y también está previsto que clausure la Puerta Santa, poniendo fin al Jubileo que inauguró el Papa Bergoglio el año pasado bajo el lema ‘Peregrinos de la Esperanza’.
En concreto, fue el 24 de diciembre del 2024 cuando el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, marcando el inicio oficial del año jubilar de la Iglesia Católica.
En el acto, el Pontífice tuvo que utilizar una silla de ruedas debido a una dolencia de rodilla. Francisco golpeó varias veces la puerta de bronce, frente a la que se detuvo antes para realizar una oración en silencio y llamó a la renovación espiritual para conseguir «un mundo jubilar».
«Que llegue a serlo para nuestra madre tierra, desfigurada por la lógica del beneficio; que llegue a serlo para los países más pobres, abrumados por deudas injustas; que llegue a serlo para todos aquellos que son prisioneros de viejas y nuevas esclavitudes», pidió ante los más de 6,000 fieles que siguieron la ceremonia desde el interior de la Basílica y los más de 20,000 en el exterior, a través de pantallas gigantes.
El Papa León XIV lamenta que quienes apuestan por la paz sean a menudo ridiculizados
Fuente y foto Europa Press
