El debate sobre la naturaleza del periodismo ha acompañado a la profesión desde sus orígenes. Sin embargo, pocas veces se aborda desde una perspectiva filosófica rigurosa que permita entender qué tipo de conocimiento produce realmente esta actividad. La gnoseología, rama de la filosofía que estudia los fundamentos del saber, ofrece herramientas precisas para responder esta pregunta.
Desde la teoría del cierre categorial desarrollada por el filósofo español Gustavo Bueno, una ciencia se constituye cuando logra cerrar operatoriamente un campo. Esto significa que las operaciones sobre los términos del campo deben producir nuevos términos dentro del mismo dominio, sin necesidad de salir hacia otras disciplinas. Las matemáticas cierran, la física cierra, la química cierra. El periodismo, en cambio, no cierra.
📚 Un campo sin términos propios
El periodismo carece de objetos específicos que no se reduzcan a los de otras ciencias. Cuando un periodista cubre una crisis política, trabaja con materiales políticos. Cuando reporta indicadores económicos, opera con datos económicos. Cuando narra un evento deportivo, describe fenómenos deportivos. No existe el «objeto periodístico puro» independiente de otros campos del saber.
Esta característica no es un defecto sino una condición estructural. El periodismo es esencialmente parasitario en sentido gnoseológico: vive de materiales ajenos que transforma mediante técnicas específicas de indagación, verificación y narración. Reconocer esto no degrada la profesión, simplemente la ubica en su lugar epistémico correcto.
🔧 Tecnología social, no ciencia
Si el periodismo no es ciencia, ¿qué es entonces? La respuesta más precisa es que constituye una tecnología social. Un conjunto articulado de técnicas y saberes operatorios orientados a recolectar información, verificar datos, construir relatos sobre la actualidad y distribuirlos públicamente. Como la ingeniería usa física sin ser física, el periodismo usa sociología, lingüística y derecho sin ser ninguna de ellas.
Esta condición tecnológica explica por qué el periodismo puede enseñarse y perfeccionarse mediante práctica sistemática. No se trata de descubrir verdades teóricas sino de dominar operaciones concretas: cómo entrevistar, cómo contrastar fuentes, cómo estructurar una nota, cómo jerarquizar información. Saberes técnicos valiosos, pero distintos del conocimiento científico.
💡 Consecuencias para la formación profesional
El mito de la «ciencia periodística» cumple funciones institucionales comprensibles: legitima facultades, programas doctorales y plazas académicas. Pero oscurece la naturaleza real del oficio y genera expectativas equivocadas en los estudiantes. Creer que se hace ciencia cuando se hace técnica, o que se demuestra cuando se argumenta retóricamente, constituye un error formativo grave.
El poder del escaneo de la información en el periodismo moderno. Conoce en qué consiste
Reconocer al periodismo como tecnología social no lo disminuye: lo libera. Libera a estudiantes y profesionales de pretensiones epistemológicas imposibles y los orienta hacia lo que realmente importa: dominar las operaciones del oficio con rigor, distinguir información de opinión con precisión, y servir al público con honestidad. Esa es la verdadera excelencia periodística, y no necesita disfrazarse de ciencia para ser valiosa.
