El «Príncipe Etíope»: 5 anécdotas del gran Didí

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Waldir Pereira, universalmente conocido como Didí, fue mucho más que un futbolista. Fue un arquitecto del juego, un artista con el balón y un líder silencioso que revolucionó la forma de entender el mediocampo. Con dos Copas del Mundo en su haber (1958 y 1962), su legado trasciende el tiempo.

  1. El nacimiento de la «Folha Seca» (1956)

Una de las contribuciones más icónicas de Didí al fútbol fue la invención del «folha seca» (hoja seca), un tipo de tiro libre con un efecto único e impredecible. Se cuenta que este disparo nació de la necesidad. En 1956, durante un partido entre Botafogo y América de Río, Didí estaba con una contusión que le impedía patear el balón con su fuerza habitual. Intentó golpear el balón por el centro, buscando más potencia sin sentir dolor, y el resultado fue una parábola extraña: el balón subía mucho y, de repente, caía de forma violenta y envenenada, haciéndolo imposible para los porteros. Este efecto, que parecía imitar la caída de una hoja seca, se convirtió en su marca registrada y en una técnica que inspiraría a generaciones de futbolistas.

  1. El mentor de Pelé en Suecia 1958

En el Mundial de Suecia 1958, Brasil contaba con un joven talento de 17 años llamado Pelé, quien debutaba en una Copa del Mundo. Se dice que Pelé, en sus inicios, estaba un tanto abrumado por la magnitud del torneo. Fue Didi, con su calma, experiencia y liderazgo, quien tomó bajo su ala al futuro «Rey». Le transmitió confianza, le aconsejó cómo manejar la presión y lo integró al equipo. Pelé siempre reconoció a Didi como su mentor y una figura clave en su desarrollo, refiriéndose a él como su «hermano mayor» en el campo. La madurez y visión de Didi fueron cruciales para que Pelé explotara su potencial en ese histórico Mundial.

  1. El primer gol en el Maracaná (1950)

Aunque el Maracanazo de 1950 es una mancha en la historia del fútbol brasileño, el estadio en sí tiene su propia historia inaugural, y Didi fue protagonista de un hito. En la inauguración del mítico Estadio Maracaná, el 16 de junio de 1950, se disputó un partido amistoso entre las selecciones de Río de Janeiro y São Paulo. Fue Didi, entonces jugador del Fluminense, quien tuvo el honor de anotar el primer gol en la historia de este colosal templo del fútbol. Un momento simbólico que marcó su nombre en los anales del fútbol brasileño.

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  1. Su paso fugaz y atípico por el Real Madrid (1959-1960)

Después de brillar en el Mundial de 1958, Didí fue fichado por el Real Madrid, uno de los clubes más poderosos de la época, que contaba con figuras como Alfredo Di Stéfano. Sin embargo, su paso por el club blanco fue breve y no tan exitoso como se esperaba. La anécdota cuenta que Didí, acostumbrado al fútbol brasileño de pases y posesión, no encajó del todo en el estilo más directo y físico del Madrid de ese momento. Además, se decía que Di Stéfano, figura indiscutible, no siempre veía con buenos ojos la influencia y el talento de Didí en el mediocampo. Didí era un jugador que imponía su estilo y en Madrid, el público acostumbrado a la garra y el despliegue físico no terminó de entender su fútbol cerebral. A pesar de todo, ganó una Copa de Europa con el club.

  1. El cerebro detrás de Perú en México 70

Después de su exitosa carrera como jugador, Didí incursionó como entrenador, y uno de sus mayores logros fue al frente de la selección peruana. Didí fue el arquitecto que llevó a Perú al Mundial de México 1970, la primera vez que la blanquirroja clasificaba por mérito propio después de 40 años. Se le atribuye haber inculcado a los jugadores peruanos una mentalidad más táctica y un estilo de juego basado en la posesión y el buen trato del balón. Su liderazgo y conocimiento fueron fundamentales para forjar a una generación dorada del fútbol peruano que brilló en el escenario mundial, llegando hasta los cuartos de final y dejando una huella imborrable por su «jogo bonito».

Foto: www.fifa.com

 

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