Equipos inoperativos e infraestructura en pésimo estado en Hospital Larco Herrera

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La Contraloría General de la República evidenció la presencia de equipamiento médico deteriorado, infraestructura en pésimo estado y servicios higiénicos en condiciones inadecuadas en el Pabellón 8 del Hospital Víctor Larco Herrera (HVLH) especializado en psiquiatría y salud mental, lo cual pone en riesgo la oportuna atención médica de los pacientes, así como la salud e integridad de los mismos y del personal asistencial.

El HVLH es un establecimiento de salud de Categoría III-E dependiente del Ministerio de Salud (MINSA), que brinda servicios especializados de prevención, promoción, tratamiento, recuperación y rehabilitación en psiquiatría y salud mental a la población a su cargo, el cual cuenta con el Departamento de Hospitalización que tiene a cargo el Pabellón 8 , en donde se encuentra el Servicio de Recuperación y Reinserción  Familiar y Social, encargados de brindar atención especializada a pacientes adultos con diagnostico en retardo mental, rasgos autistas ambos en niveles moderado y profundo, trastorno esquizofreniforme, discapacidad neurocognitiva moderada y profunda.

En el Informe de Visita de Control 006-2025-OCI/0998-SVC, cuyo período de evaluación fue del 15 al 30 de abril de 2025, se señala que durante la inspección física realizada el 21 de abril de 2025, los auditores evidenciaron que los servicios higiénicos del primer piso del Pabellón 8, que alberga a 28 pacientes del Servicio de Recuperación y Reinserción Familiar y Social, no están equipados correctamente y presentan deterioro.

También se verificó en los servicios higiénicos la presencia de losetas rotas en el piso de las duchas que generan peligro punzocortante, tanques de inodoros con alambres oxidados amarrados e incluso tanques rotos. Además, se detectó un lavadero que tiene fuga de agua constante en la parte de tubería interna, en donde se observa la pared húmeda con moho, deteriorando incluso la estructura de la pared, lo que puede acarrear la caída del muro, exponiendo la vida de los pacientes y personal asistencial.

A esto se suma que el mal olor que emana los servicios higiénicos es intenso, por lo que se necesita el uso de productos de limpieza que sean efectivos para el aseo de pisos, paredes, inodoros y duchas. A su vez, se pudo comprobar que no cuentan con jabón de tocador, ni champú suficiente para los 28 pacientes, los cuales requieren ducharse hasta tres veces por día debido a su diagnóstico clínico y se ven limitados en su limpieza personal, exponiéndose a enfermedades graves que incluso pueden causarles la muerte.

Infraestructura en mal estado

Otro hecho alertado es que la infraestructura del Pabellón 8 está en pésimo estado, ya que hay paredes de pasadizos que tienen huecos y los bordes de las paredes se encuentran rotos. También se encontraron puertas deterioradas, parchadas con diferentes maderas, con clavos oxidados sobresalidos, así como ventanas que no tienen sus lunas completas, lo cual permite el ingreso de aves e insectos, así como el aire frío que podría provocar enfermedades respiratorias de los pacientes que por su diagnóstico clínico son muy vulnerables.

En la visita de inspección se observó el mal estado de los pisos del patio del Pabellón 8, debido a que, se verificó pisos y rampas deteriorados y colapsados por la antigüedad, así como la falta de mantenimiento, estas superficies no reúnen las condiciones para el tránsito peatonal seguro, generando que los pacientes y silla de ruedas se vean obstaculizados en el tránsito, pudiendo ocasionar accidentes.

Por su parte, el comedor carece de ocho sillas para el total de pacientes, por lo que tienen que turnarse para poder comer sus alimentos, mientras que el techo del comedor tiene orificios que podrían dar lugar a criaderos de insectos y roedores. Asimismo, la zona del jardín mostraba el gras crecido, ocasionando que aparezcan criaderos de roedores, que podrían atacar a los pacientes y exponerlos a diversas enfermedades.

Equipos deteriorados

El informe de Contraloría señala que existe una precariedad en el servicio médico ofrecido en el Pabellón 8 debido a la presencia de mobiliario y equipamiento médico en estado deteriorado y fuera de funcionamiento, a lo que se suma la falta de un nebulizador portátil para pacientes con problemas respiratorios. Por ejemplo, se evidenció la existencia de un solo tensiómetro con muchos años de uso y no cubre la necesidad de la cantidad de pacientes, mientras que los termómetros digitales no marcan la temperatura exacta por falta de pilas o tiempo de vida útil.

También se encontraron seis sillas de rueda, de las cuales solo dos estarían en aparente buen estado para ser utilizados, mientras que otras cuatro están oxidadas, sin aros propulsores, sin posapiés y pese a ello el personal asistencial las utiliza debido a la necesidad que urge en el servicio. El coche de medicamentos del área de tópico del pabellón también se encuentra oxidado, al igual que las camas de fierro y armarios metálicos.

El informe de Contraloría recomienda comunicar estos hechos al director del Hospital Víctor Larco Herrera con la finalidad de que se puedan adoptar las acciones correctivas que correspondan para garantizar la continuidad de la atención médica a los pacientes ubicados en el Pabellón 8 del hospital.

Contraloría

 

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