BADAJOZ (España).- El arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, ha presidido en la mañana de este viernes en la Catedral de la capital pacense la misa funeral por el eterno descanso del Papa Francisco.
El templo catedralicio se ha llenado de fieles y sacerdotes, más de un centenar, que han concelebrado la eucaristía, a la que también han asistido numerosas autoridades civiles y militares.
En su homilía, José Rodríguez Carballo ha afirmado que el Papa «murió como había deseado: en casa, el lunes de Pascua (que es igual que decir el domingo de Pascua), después de despedirse del mundo con la bendición Urbi et Orbi, abrazando y abrazado por la multitud de la Plaza de San Pedro, para ser luego enterrado al lado del icono de la Virgen Salus Popoli Romani, tan querida por él».
«Sostenido por la gracia, resultó ser un pastor con ‘olor a oveja’, un Papa en medio de la gente, con un corazón grande como el mundo», ha resaltado igualmente, como también ha recordado que el sumo pontífice ha sido un hombre oración y «que la vida cristiana, como la misma vida de la Iglesia, marcadas por la fragilidad, está puesta firmemente en manos del Señor»
«Si nosotros cristianos olvidamos esto, entonces buscaremos medios e instrumentos humanos para defendernos del mundo, encerrándonos en nuestros confortables y tranquilos oasis religiosos, o, por el contrario», ha señalado, «nos adaptaremos a los vientos cambiantes de la mundanidad, dejando de ser luz y sal de la tierra».
Al final de su homilía, ha afirmado que el Evangelio, siguiendo a San Francisco de Asís, no era para el Papa «una ideología, sino una forma de vida». «Y es que Jesús no es una idea, sino una persona», ha agregado.
Finalmente, ha pedido que no se olvide orar por la Iglesia que se prepara para acoger a un nuevo sucesor del apóstol Pedro, según indica en nota de prensa el Arzobispado de Mérida-Badajoz.
Fuente y foto Europa Press