Fin del bipartidismo y España sin presidente (Crónica)

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España vivió una noche de calculadoras. El Partido Popular (de derechas), con Mariano Rajoy a la cabeza, aguantaba la respiración en su sede de Génova en Madrid. El a boca de urna le proyectó el peor resultado del PP desde 1989. El conteo se lo confirmó.

El PP se convirtió con el 28% de los votos en la fuerza más votada de España pero muy lejos de la mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. De los 350 escaños el PP ha logrado 123 diputados.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por Pedro Sánchez, se ha mantenido como segunda fuerza política con 90 escaños. Ha perdido poco más de un millón de votos pero su debacle, como vaticinaban los menos optimistas, no ha sido tan estrepitosa.

Podemos, el partido de Pablo Iglesias, se quedó a medio camino de la remontada. Recuperó terreno tras los pálidos resultados de las municipales de mayo en las que logró sólo dos plazas importantes: los municipios de Madrid y Barcelona.

Uno de los grandes perdedores de la noche electoral ha sido Ciudadanos, liderado por Albert Rivera (partido, calificado por muchos de derecha “light”) que fue la gran sorpresa de las municipales y autonómicas y que hasta hace dos semanas se proyectaba como la segunda fuerza política. El conteo final la ubicó en el cuarto peldaño parlamentario con 40 diputados. Le sobraron las dos semanas oficiales de campaña.

Hace siete años PP y PSOE sumaban casi el 84% de los votos. Hoy juntas llegan apenas al 50.4% de las preferencias. El bipartidismo ha sido derrotado.

Mariano Rajoy lo tendrá difícil. Necesita fuerzas periféricas que le garanticen sumar una mayoría absoluta. En España el tema de los pactos, además, no es bien visto. ¿Con quién pactaría? Sus relaciones no han sido buenas con el resto de partidos en la legislatura que termina. Ciudadanos, el partido que ideológicamente le sería algo cercano aseguró durante campaña electoral que no respaldaría una investidura presidencial de Rajoy. El periodista Iñaki Gabilondo ha sido claro en el tema: el problema es que en el país “pacto suena a pasteleo y eso tiene que cambiar”.

El PP se ha impuesto en todo el territorio excepto en Andalucía, Extremadura, País Vasco y Catalunya. Pero el resultado no le dibuja sonrisa a nadie en esa tienda política. Si los números se comparan con los del 2011 han perdido casi cuatro millones de votos.

En Catalunya el triunfo de la coalición En Comú Podem ha reconfigurado el mapa político catalán. Uno de cada cuatro votos ha ido al partido de Iglesias y Ada Colau. Triunfo en Barcelona, Lleida y Tarragona. Ya lo dijo Pablo Iglesias, en su primera comparecencia tras los resultados “Podemos es la primera fuerza política en Catalunya y el País Vasco. Se acabó el sistema de turno en España”.

El nuevo Congreso debe convocarse en 25 días para elegir nuevo presidente de Gobierno. Tras la primera votación de investidura (que sólo saldrá adelante si el PP logra pactar) la ley prevé un plazo de dos meses para formar gobierno. De no lograrse tendrá que convocarse a nuevas elecciones para marzo. ¿A quién beneficiaría unas nuevas elecciones? Difícil especular siquiera a estas alturas si Rajoy seguirá siendo candidato del PP o si Sánchez lo tendría fácil para seguir al frente del PSOE.

La situación política española en este momento es de alta complejidad. El PSOE también ha sacado su peor resultado en democracia. Pedro Sánchez de cara a la investidura presidencial ha dicho que está dispuesto a “dialogar, debatir y acordar”.

Un escenario viable es el gobernar con mayoría simple. Para ello tendría que abstenerse Ciudadanos y PSOE en segunda investidura. El PSOE lo tiene complicado porque sus militantes tienen claro que para cambiar el país hay que desalojar al PP.

Mariano Rajoy ha reivindicado el hecho que el PP es la primera fuerza política. “Iniciamos una etapa que no va ser fácil. Pero en las dificultades es donde se ve a los políticos de verdad”, ha dicho en un mitin pasada la medianoche.

En España es difícil conseguir un presidente ahora mismo. Mariano Rajoy lo intentará. Es un mal resultado para el Partido Popular a pesar de la victoria porque no pueden gobernar con prácticamente nadie. Para el PSOE también el panorama es gris, ha perdido 20 escaños. A Podemos no le ha alcanzado el tiempo. El discurso de Ciudadanos se ha desinflado. Nadie está del todo contento con los resultados. La ciudadanía ha pedido cambio mayoritariamente pero no le ha dado a nadie el respaldo absoluto para liderarlo (Zuliana Lainez).