Gira europea acaba con deuda pendiente (ANÁLISIS)

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Los resultados adversos ante Holanda y Alemania obligan a tomar las cosas con calma para concluir que es necesario hacer correcciones y evitar que se nos escape la tortuga. El inicio de la etapa post mundial no ha sido un lecho de rosas y tampoco fraganciosa con una deuda pendiente para recuperar la costumbre gananciosa.

Cuatro goles por groseros fallos en defensa cuestan y pasan factura en un proceso en que el agreste camino que falta por recorrerse todavía está sembrado de ripio intransitable.

Algunas cosas buenas han quedado, cierto. La armonía del juego y la contundencia de Pedro Aquino y Luis Advíncula en ofensiva provocan un buen índice a favor a despecho de los delanteros que no están finos.

Contra Holanda se jugó menos que contra Alemania aun cuando los primeros 45 contra los teutones fue una sopa desabrida por la forma cómo se enlazaron los errores pese a que el ‘Rayo’ Advíncula se había hecho presente con el 1-0 parcial.

La presión alta de los alemanes obliga a hacerse un trabajo adecuado para ser más precisos y no perder la pelota que más parece regalos e invitación para que los delanteros adversarios vean facilitado su trabajo de anotar.

El primer tiempo contra los alemanes debió ser por un score abultado a no ser por la impecable actuación de Pedro Gallese, un arquero que ofrece garantía pero no puede resolver las deficiencias defensivas de sus zagueros.

El segundo tiempo ante la Mannschaft fue mejor calibrado aun cuando por errores compartidos entre Marcos López, Anderson Santamaría y el propio Pedro Gallese llegó el gol Nico Schütz.

El ingreso de Marcos López de 19 años por el lesionado Edison Flores enfoca al juvenil jugador de Sporting Cristal en el pálido escenario por su discutido e  inoportuno ingreso ante un rival como Alemania.

Otros dicen que es mejor que Marcos López haya tenido la ocasión de jugar ante los alemanes y si se equivocó es el momento que ocurra porque de los errores se aprende.

Las derrotas no gustan en el fútbol. Perú no puede ganar todo porque no es Brasil y siempre estaremos algunos peldaños abajo. Lo más sabio es que se suban los escalones y ser una selección que pueda enfrentarse en iguales de condiciones con el más pintado.

Eso sí, exigir a Ricardo Gareca que clasificar al Mundial de Rusia 2018 no fue el pico de suficiencia, apenas el comienzo de un proceso ambicioso que lleven a la sana costumbre de tener asegurada nuestra presencia mundialista en todas las competencias venideras.

La selección peruana no puede empezar sus partidos con un concierto futbolístico que deleita los oídos y acabe con un desafinado sonido intolerable para el gusto de todo que se aprecie de ser un ‘catador’ de buena música. (Hugo Laredo Medina).