Gobiernos español y catalán mantienen diferencias, pero reanudarán el diálogo

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MADRID.- El jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el nuevo presidente de Cataluña, Pere Aragonés, acordaron este martes reanudar en septiembre la mesa bilateral de diálogo constituida a raíz de las tensiones independentistas en esta región, una cuestión sobre la que mantienen diferencias.

Fue la primera reunión entre ambos desde que el independentista Aragonés tomara posesión como presidente catalán el 24 de mayo pasado.

Según dijo este en rueda de prensa posterior, se trata de resolver el “conflicto político” en Cataluña, y aunque ambos gobiernos parten de posiciones “alejadas”, coincidieron en que el camino es el “diálogo” y la “negociación”, según el dirigente catalán.

Aragonés volvió a plantear como irrenunciables la “amnistía” para los condenados por el proceso independentista ilegal de 2017 (indultados recientemente por el Gobierno español); un “referéndum sobre la independencia de Cataluña” y que cese la “represión” judicial contra los antiguos responsables políticos catalanes huidos y reclamados por la Justicia española.

Que la mesa de diálogo se retome, opinó Aragonés, “es la mejor constatación de que todas las partes damos una oportunidad al diálogo, a la negociación y a la política”.

Admitió, no obstante, que “la negociación no será fácil” porque “no renunciaremos a nada” para forzar un “referéndum de autodeterminación en Cataluña y la amnistía”.

Por su parte, Sánchez invitó a Aragonés a hacer propuestas que permitan avanzar en el diálogo, según la portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero.

“Aragonés conoce con exactitud el límite que pone el Gobierno a esas cuestiones”, indicó Montero en otra rueda de prensa, en alusión a cuestiones como que la Constitución española impide la separación de cualquier parte del territorio nacional.

También dejó claro que el Ejecutivo quiere que los “fugados” de la Justicia, entre ellos el expresidente catalán Carles Puigdemont, “respondan” también ante los tribunales, como ya hicieron otros políticos catalanes por el proceso independentista ilegal de 2017.

La portavoz recalcó que “no hay recetas mágicas” para encontrar la “fórmula” que permita resolver un conflicto “tan grave” como el catalán y apuntó que la negociación va a ser difícil y larga.

En suma, se trata de encontrar un “marco común que nos permita seguir avanzando”, dijo, y lograr un mayor autogobierno para Cataluña. En este sentido, subrayó que el Gobierno quiere “impulsar” vías como, por ejemplo, un nuevo estatuto de autonomía para Cataluña. EFE