Un terremoto remeció los cimientos del mundo editorial y académico tras revelarse que Jianwei Xun, el aclamado filósofo de Hong Kong y supuesto autor del influyente libro «Hipnocracia: Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad», en realidad nunca existió. La obra, que había generado intensos debates y análisis por su perspicaz visión sobre la manipulación contemporánea, es producto de una mente muy distinta y de una tecnología cada vez más presente en nuestras vidas.
La verdad detrás de este fenómeno literario fue destapada el pasado abril de 2025 por la aguda investigación de la periodista Sabina Minardi, de la prestigiosa revista italiana L’Espresso. Minardi descubrió que la figura de Xun era una elaborada invención, y que el verdadero artífice detrás de «Hipnocracia» es el ensayista y editor italiano Andrea Colamedici, quien inicialmente figuraba únicamente como el traductor de la obra al italiano.
Colamedici confesó que la creación de Jianwei Xun y su obra fue concebida como un «experimento filosófico y una performance artística». Su objetivo era explorar las capacidades de la inteligencia artificial para generar discursos coherentes y convincentes, así como analizar cómo se construyen y se manipulan las narrativas en la compleja era digital en la que estamos inmersos. Este ejercicio buscaba poner a prueba la credulidad del público y la permeabilidad de los círculos intelectuales.
Lo más sorprendente del caso es que Colamedici no trabajó solo en la redacción del texto. Para dar vida a las ideas y al estilo atribuidos a Xun, el autor italiano colaboró estrechamente con dos plataformas de Inteligencia Artificial. Esta coautoría humano-máquina plantea interrogantes fundamentales sobre la naturaleza de la creatividad y la originalidad en el siglo XXI.
El «caso Hipnocracia» ha desatado una ola de debates a nivel global. Expertos y el público en general discuten ahora sobre la ética en la publicación, la necesaria transparencia en el uso de la Inteligencia Artificial en la creación de contenidos, los límites de la autoría y, en última instancia, sobre la propia concepción de la verdad en un mundo saturado de información.
Irónicamente, un libro que analiza la «nueva arquitectura de la realidad» y sus posibles manipulaciones, ha resultado ser él mismo un ejemplo paradigmático de estas dinámicas. Pese a que su autor es ficticio y una porción significativa de su contenido fue generada por algoritmos, «Hipnocracia» fue publicado, distribuido, vendido y discutido seriamente en diversos foros, demostrando la potencia del concepto detrás del experimento.
Foto central: Diario Necochea.