Irán permitirá al OIEA reemplazar cámaras de vigilancia en planta nuclear

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TEHERÁN.- Irán permitirá al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reemplazar las cámaras de vigilancia en las instalaciones nucleares de Karaj, tras meses de desencuentros para alcanzar un acuerdo acerca de la vigilancia de ese complejo atómico.

Nour, la agencia de noticias del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, informó este miércoles de que las autoridades iraníes permitirán voluntariamente al OIEA reemplazar las cámaras en el complejo nuclear de Karaj dañadas en un incendio el pasado junio.

Teherán se ha negado hasta ahora al reemplazo de las cámaras en ese complejo alegando que se estaba investigando el accidente, del que responsabiliza a Israel.

La falta de vigilancia en Karaj, al noroeste de Teherán, ha sido uno de los puntos de tensión entre Irán y el OIEA, hasta el punto de que el organismo internacional denunció que Teherán bloqueaba las inspecciones.

Según Nour, las imágenes de las nuevas cámaras no se cederán al OIEA y quedarán en poder de la agencia nuclear iraní.

El ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, informó de un acuerdo alcanzado con el OIEA, pero no ofreció detalles del mismo.

“Anoche alcanzamos un buen acuerdo con el OIEA que podría abordar algunas de las preocupaciones del pacífico programa nuclear de Irán”, dijo el ministro, según la agencia Mehr.

El acuerdo entre Irán y el OIEA llega en medio de las negociaciones en Viena entre Irán y Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia, China y EE.UU., de forma indirecta, para salvar el acuerdo nuclear de 2015.

Ese pacto nuclear limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de sanciones económicas estadounidenses, pero Washington abandonó unilateralmente el acuerdo en 2018, a lo que Irán respondió con la producción de más uranio y de más pureza de lo convenido.

Alemania, Francia y el Reino Unido señalaron este lunes su frustración ante la actitud de Irán en la negociación a lo que Teherán ha respondido que estos países juegan a echar las culpas. EFE