Después de nueve años de una relación marcada por reencuentros, crecimiento personal y una hija en común, Katy Perry y Orlando Bloom han decidido tomar caminos separados. La información fue confirmada por People, que señala que la ruptura se dio con respeto mutuo y sin escándalos públicos.
Su historia comenzó con una hamburguesa y terminó con una muestra de madurez emocional. Desde aquella espontánea discusión en una fiesta posterior a los Globos de Oro en 2016 —cuando ambos se disputaron una hamburguesa— hasta convertirse en padres de Daisy Dove, Perry y Bloom vivieron una historia de amor intermitente pero profunda.
Aunque en 2017 anunciaron una primera separación, lograron reencontrarse y reconstruir su relación con más fuerza. En 2019 se comprometieron en una romántica propuesta el Día de San Valentín, y un año después celebraban la llegada de su hija, quien transformó la vida de la cantante.
Durante estos años, compartieron no solo momentos personales, sino también apoyos públicos en sus respectivas carreras. Aún en 2024, Bloom le entregaba a Perry el premio MTV Video Vanguard, y ella asistía al estreno de su filme The Cut, reflejando una conexión que iba más allá de lo romántico.
Hoy, su separación no está marcada por escándalos ni tensiones, sino por el cierre consciente de un ciclo. Aunque no se conocen los motivos exactos, la pareja habría tomado la decisión con afecto y consideración por su hija y por el respeto que aún se profesan.
Una historia de amor que, aunque termina, deja huellas de admiración mutua y madurez emocional.
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