La fiscal de la Nación tiene como abogado a un investigado por la Fiscalía

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En una decisión que hizo más cuestionable la actuación de la fiscal de la Nación Patricia Benavides, ella llegó a la sesión de la Comisión de Fiscalización del Congreso acompañada de Jorge del Castillo, ex jefe del gabinete del gobierno aprista y político involucrado en el caso Lava Jato.

Benavides está siendo investigada por presuntamente encabezar una organización criminal dentro del Ministerio Público, por eso la asesoría legal de Del Castillo en un asunto así de controversial no pasó inadvertido. Retomando su rol como abogado, el exparlamentario aprista intervino en defensa de la fiscal. Sus comentarios previos en medios de comunicación en contra de la mencionada investigación ya habían insinuado un posible vínculo de apoyo hacia Benavides.

En su comparecencia, Benavides no se limitó a responder acusaciones; también lanzó duras críticas políticas, alegó ser víctima de persecución debido supuestamente a sus investigaciones contra figuras como Pedro Castillo, y volvió a cuestionar la integridad profesional de la fiscal Marita Barreto.

La fiscal de la Nación también se refirió a las tensiones con el Equipo Especial Lava Jato, liderado anteriormente por el fiscal Rafael Vela. Este equipo ha sido objeto de críticas, especialmente tras la suspensión de Vela por declaraciones hechas en 2020.

En un intento de desvincularse de las acusaciones, Benavides aseguró que los chats de su exasesor Jaime Villanueva no prueban su participación en actos delictivos. Estas declaraciones se dieron casi en el mismo momento en el que Villanueva, actualmente detenido, afirmó ante el Poder Judicial haber actuado bajo las órdenes de la titular del Ministerio Público en diversas maniobras políticas y validó los chats que se han hecho públicos justamente para demostrar el nivel de corrupción al que se había llegado (ver nota adjunta).

Jorge del Castillo, por su parte, está bajo investigación del Equipo Especial Lava Jato por presuntos delitos de lavado de activos y formación de una organización ilícita. Este proceso se relaciona con los alegatos sobre una suma de 200 mil dólares que el ex directivo de Odebrecht Jorge Barata afirma haber entregado al exministro Luis Alva Castro, destinada a financiar la campaña de Alan García en 2006.

Llamó la atención que la presencia de Del Castillo en la defensa de Benavides resultó incómodo incluso al interior del Partido Aprista. Así lo hizo evidente otro notorio dirigente aprista como Mauricio Mulder, quien publicó en Twitter un intento de deslinde.

(JA)

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