Nacida el 18 de marzo de 1989 en Guildford, Surrey, Reino Unido, Lily Jane Collins lleva el legado de una dinastía artística en sus venas, siendo hija del legendario músico Phil Collins. Sin embargo, su camino en el mundo del espectáculo no fue una mera herencia; fue una conquista personal, marcada por su talento innato, su innegable carisma y una ética de trabajo que la ha posicionado como una de las actrices más versátiles y admiradas de su generación.
Aunque la sombra de su famoso padre podría haber sido abrumadora, Lily supo forjar su propia identidad, alejándose de los clichés de «hija de» para convertirse en una fuerza creativa por derecho propio. Su mudanza a Los Ángeles en la niñez sentó las bases para una carrera que abarcaría la actuación, la escritura y el modelaje, demostrando que su ambición no conocía límites.
Sus primeros pasos en la industria fueron modestos pero firmes, construyendo su currículum con apariciones en la televisión y en pequeños roles cinematográficos. Sin embargo, fue su papel en la película de acción de 2011, «Sin Salida» (Abduction), junto a Taylor Lautner, lo que comenzó a ponerla en el mapa. Aunque la película recibió críticas mixtas, su actuación demostró su capacidad para mantener el ritmo en un género exigente. Fue solo un preámbulo para lo que vendría, ya que su verdadero despegue estaba a la vuelta de la esquina.
En 2012, Lily asumió el rol de Blancanieves en la comedia fantástica «Espejito, Espejito» (Mirror Mirror), una versión más moderna y divertida del clásico cuento de hadas. Compartiendo pantalla con la icónica Julia Roberts, Collins demostró su habilidad para interpretar personajes complejos, combinando la inocencia con una sorprendente audacia. Este papel la catapultó al centro de atención de Hollywood y la convirtió en un rostro familiar para audiencias de todo el mundo.
Versatilidad, su arma más poderosa
A lo largo de su carrera, Lily ha mostrado una notable predilección por los personajes que desafían las expectativas. En 2013, se sumergió en el género de la fantasía en «Cazadores de Sombras: Ciudad de Hueso» (The Mortal Instruments: City of Bones), donde interpretó a Clary Fray, una joven que descubre un mundo oculto de demonios y cazadores. Aunque el intento de franquicia no prosperó, la dedicación de Collins al personaje fue ampliamente reconocida, demostrando su compromiso con cada papel que asume.
Su capacidad para la transformación es uno de sus mayores activos. A lo largo de la década de 2010, se movió con facilidad entre géneros, desde el drama romántico «Los Imprevistos del Amor» (Love, Rosie), hasta el aclamado filme de Netflix, «Okja» (2017), dirigido por el aclamado Bong Joon Ho, donde demostró su compromiso con proyectos de gran envergadura artística. Sin embargo, uno de sus papeles más aclamados llegó en 2016 con la película dramática «La Excepción a la Regla» (Rules Don’t Apply), dirigida por la leyenda del cine Warren Beatty. Su interpretación de Marla Mabrey, una aspirante a actriz en el Hollywood de la década de 1950 le valió una nominación al Globo de Oro como Mejor Actriz de Película – Musical o Comedia, un reconocimiento que consolidó su estatus en la industria.
La reina de las plataformas
En 2020, Lily Collins protagonizó un punto de inflexión en su carrera con el lanzamiento de la serie de Netflix «Emily en París». Creada por Darren Star, la mente maestra detrás de «Sex and the City», la serie se convirtió rápidamente en un fenómeno global. Su papel como Emily Cooper, una ambiciosa y optimista profesional de marketing que se muda a la capital francesa, la convirtió en una de las caras más reconocidas del streaming. La serie ha sido un éxito masivo, lo que ha llevado a Lily a recibir su segunda nominación al Globo de Oro y una nominación al Emmy.
Además de su éxito en la pantalla, Lily también ha dejado su huella como productora, demostrando un deseo de participar en el proceso creativo detrás de las cámaras. Su productora, «Filming In Paris Inc.», ha sido clave en el desarrollo de la serie «Emily en París», consolidando su poder e influencia en la industria.
Fuera de la actuación, Collins es una autora publicada y una defensora incansable de la salud mental. En 2017, publicó su libro de memorias, «Unfiltered: No Shame, No Regrets, Just Me» (Sin Filtro: Sin Vergüenza, Sin Arrepentimientos, Solo Yo), donde habla sobre sus luchas personales y su camino hacia la autoaceptación. Este acto de valentía la ha conectado con sus seguidores de una manera más profunda y auténtica.
Su versatilidad también se extiende al mundo de la moda, donde ha sido rostro de varias marcas de lujo, como Lancôme y Cartier. Su estilo sofisticado y atemporal la ha posicionado como un ícono de la moda, consolidando su estatus como una de las celebridades más influyentes del momento.
Desde sus comienzos como la «hija de Phil Collins» hasta convertirse en una estrella por derecho propio con múltiples nominaciones a premios, la historia de Lily Collins es un testimonio de resiliencia y talento. Su capacidad para reinventarse y su constante búsqueda de desafíos artísticos la han convertido en una figura respetada y querida en Hollywood. Sin duda, su trayectoria aún tiene muchos capítulos por escribir.
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