Luis Alva, un gigante de la ópera poco recordado en su país

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Luis Ernesto Alva y Talledo, más conocido como Luis Alva, uno de los tenores peruanos más reconocidos en el ámbito internacional, falleció en Milán a los 98 años. Aunque fue aclamado en escenarios como La Scala de Milán y compartió escena con figuras legendarias como Maria Callas, su trayectoria ha permanecido durante años en un discreto segundo plano dentro del panorama cultural peruano.

Pese a haber grabado óperas históricas y haber llevado el nombre del Perú a los principales teatros del mundo, su figura no gozó del mismo reconocimiento mediático ni institucional que otros artistas peruanos más recientes, como Juan Diego Flórez, quien sí ha sido consistentemente visibilizado como referente cultural del país.

De hecho, fue justamente Flórez quien, al conocerse la noticia, recordó a Alva en sus redes sociales, lamentando su partida y destacándolo como una inspiración. Pero la mención pareció más bien un acto de justicia tardía, en un país donde los homenajes a sus grandes figuras suelen llegar solo tras su muerte.

También el cantante Juan Antonio Dompablo recordó a Alva por su generosidad y apoyo a jóvenes talentos, señalando que fue gracias a él que pudo estudiar en Italia. Sin embargo, esas contribuciones han pasado mayormente desapercibidas fuera del pequeño círculo de la ópera en el Perú.

Luis Alva murió lejos de su tierra natal, en la misma ciudad europea donde construyó su carrera. Mientras el mundo lírico lo recuerda como el inolvidable Conde de Almaviva, en su propio país, su legado permanece en gran medida desconocido para las nuevas generaciones, dejando en evidencia una vez más la escasa memoria cultural que aún persiste.

Foto Andina

 

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