El término deriva del latín Te Deum (que significa «A Ti, Dios» en castellano) y representa un himno ancestral de adoración que expresa gratitud hacia el Altísimo.
Durante la ceremonia del Te Deum en las celebraciones patrias se rinde homenaje al Creador por la emancipación peruana, reforzando así la conexión histórica entre el gobierno y la Iglesia católica, vínculo que ha permanecido desde los albores republicanos.
Esta celebración religiosa se ha mantenido ininterrumpidamente durante las Fiestas Patrias desde 1821, abarcando el mismo período de existencia de nuestra nación independiente.
La primera ocasión en que se realizó esta ceremonia sagrada fue en 1821, por solicitud expresa del libertador José de San Martín, quien buscaba consagrar religiosamente el término del dominio colonial hispano en suelo peruano.
A través del tiempo, esta práctica se institucionalizó durante el período republicano y persiste hasta la actualidad como componente fundamental de las actividades conmemorativas patrias.
En esta ceremonia tradicional concurren el arzobispo de Lima junto a otras dignidades eclesiásticas, el mandatario nacional, los miembros del gabinete ministerial, parlamentarios y los altos oficiales de las instituciones armadas y policiales, además de magistrados y representantes diplomáticos.
Tradición continental
La celebración de la independencia nacional mediante una misa y tedeum no es exclusiva del territorio peruano. Diversas naciones latinoamericanas incluyendo Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay y República Dominicana mantienen esta ceremonia de gratitud.
En estas fechas significativas, el llamado es a consolidar esfuerzos para preservar nuestra herencia católica, sustentados en la fe, permitiendo así superar las profundas brechas sociales que persisten entre los peruanos y transformar nuestra nación en un hogar inclusivo que acoja a todos en concordia y tranquilidad.
Datos históricos del Te Deum
Su primera entonación ocurrió en 1821 bajo la dirección de monseñor Bartolomé María de las Heras, para santificar la conclusión del período colonial.
El vocablo tedeum significa «A Ti, Dios», conforme indica su verso inicial, y tiene sus orígenes en el año 387 cuando San Agustín de Hipona recibió el bautismo de manos de san Ambrosio de Milán, a través de una composición espontánea guiada por el Espíritu Santo. (En vivo)
Foto Arzobispado