Mundial de Clubes: Chelsea pasa a cuartos de final en partido de suspenso ante Benfica (4-1)

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El Chelsea logró el pase a los cuartos de final del Mundial de Clubes tras superar por 4-1 al Benfica en un duelo marcado por un parón de dos horas por riesgo de tormenta. James adelantó a los ‘blues’, pero Di María igualó de penal en el último suspiro.

En la prórroga, la expulsión de Prestianni allanó el camino a los ingleses, que sellaron su pase con tantos de Nkunku, Pedro Neto y Dewsbury-Hall.

Así selló el Chelsea su presencia entre los ocho mejores equipos del Mundial de Clubes. El equipo del DT Enzo Maresca cumplió con su favoritismo y derrotó por 1-4 a un Benfica que a duras penas ocasionó problemas a los londinenses y se encontró con una prórroga milagrosa.

Benfica y Chelsea arrancaron algo fríos, como contagiados por lo que tenían alrededor. El premio a las buenas intenciones fue para un cuadro londinense que presionaba arriba y, de la mano de Pedro Neto (con un disparo tras pelear un balón en el primer minuto), realizaba un bosquejo de lo que estaba por venir.

El ritmo, pese a todo, era bastante emotivo en los primeros compases del duelo, pero todo comenzó a cambiar a partir del minuto 20. Ahí, António Silva evitaba de cabeza un golazo de Cucurella de diestra. Salvaba el central a su equipo, pero a su vez activaba definitivamente a un cuadro del DT Enzo Maresca que pasó a ser el dueño absoluto del encuentro.

Desde fuera se veía claramente que el partido estaba por las bandas y el técnico italiano también se dio cuenta, con Pedro Neto, Cole Palmer y un omnipresente Cucurella sembrando el pánico. El español fue una pesadilla para los lisboetas, especialmente para un Di Maria condenado a ser su sombra en su último partido en el Viejo Continente. Una despedida amarga al fútbol europeo para una absoluta leyenda.

Por los costados se aproximaba el Chelsea al gol ante la inoperancia defensiva y ofensiva de un Benfica al que el esférico le duraba escasos segundos en su poder. Pese a ello, la falta de colmillo y un Trubin excelso (sobre todo en una acción ante Cucurella) mantuvieron el 0-0 al descanso en el Bank of America de Charlotte.

Una tormenta salvadora

Benfica vs Chelsea: Por qué se suspendió y cuándo se juega

Tras el paso por vestuarios, pese a que las palabras de Bruno Lage a sus pupilos no debieron ser muy agradables, el guion del choque cambio bien poco. Algún borrón, pero el argumento apuntaba a ser el mismo, tal y como dejó claro Cole Palmer, que obligó a lucirse a Otamendi para evitar que Delap, en la primera llegada del segundo tiempo, pusiera el 1-0.

Los lusos trataron de tener alguna posesión larga, pero sin intención. Di María, su mejor hombre, o estaba absolutamente solo o a kilómetros del área rival. El panorama era desolador para el argentino y para su equipo, al que solo sostenía el marcador. Sin embargo, en una acción inesperada, este les dio pronto la espalda con Trubin como actor de reparto.

Y es que tras un duelo sublime, un pequeño error del guardameta al dar un paso donde no debía en una acción a balón parado ocasiono que Reece James, con un disparo muy ajustado desde el lateral del área al palo corto, pusiera el 1-0. El tanto hacía justicia a lo visto sobre el césped y obligaba al cuadro ‘encarnado’ a dar un paso al frente.

Lage movió el banquillo, también Maresca para ajustar sus piezas. La necesidad portuguesa comenzó a romper el partido, aunque las contras del Chelsea fueron escasas en unos minutos en los que las imprecisiones fueron las grandes protagonistas para desgracia de un Benfica que a duras penas se acercó con cierto peligro al área ‘blue’, aunque sin graves problemas para Robert Sánchez.

El Benfica era una duda y el Chelsea navegaba con comodidad hacia la victoria, pero algo inesperado se cruzó en el rumbo ‘blue’: una tormenta. Las inclemencias del tiempo detuvieron el choque en el minuto 86 y mantuvieorn el mismo en ‘stand by’ durante dos horas, hasta que los rayos en el rádar permitieron su reanudación.

Caprichos del fútbol, en ese minipartido, Benfica que no había hecho nada en casi cuatro horas se encontró, cortesía de una mano Malo Gusto, un penal que Di María, con sangre fría mandó dentro de la portería con un soberbio pase a la red.

Tras el 1-1 y un Chelsea grogui por los acontecimientos, el cuadro luso había volteado por completo la situación, pero cuando más cerca estaban de lograr el pase a los cuartos de final, el cuadro lisboeta se inmoló a las primeras de cambio. Y es que en la primera acción del tiempo extra, una entrada tonta y dura de Prestianni a Colwill le supuso la segunda amarilla (había visto la primera en el añadido del segundo tiempo).

Con uno menos, el coraje de Di María mantuvo con vida y generó dudas en el Chelsea durante los primeros 15 minutos, pero tras la pequeña pausa de la prórroga, la superioridad numérica pasó factura a un Benfica que murió de manera definitiva cuando Nkunku, en el minuto 108, cazó un balón suelto en el área pequeña para poner el 2-1.

El resto del choque solo sirvió para que los ‘blues’, que se medirán en cuartos de final a Palmeiras, engordasen a campo abierto el marcador de la mano de Pedro Neto y Dewsbury-Hall y para ver las imágenes de un cabizbajo Di María que, con los ojos llorosos, tuvo un adiós de lo más cruel

Fuente Besoccer/ foto X

 

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