Jenni Hermoso: crece respaldo a futbolista española y condena a dirigente Luis Rubiales

shadow

 

MADRID.- Multitud de jugadores, jugadoras y clubes han comunicado su apoyo a Jenni Hermoso este viernes tras las explicaciones que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha dado sobre el beso que dio a la jugadora de la selección durante la entrega de premios de la final del reciente Mundial femenino.

Han sido muchas las figuras deportivas que se han pronunciado sobre la no dimisión de Rubiales en la Asamblea General Extraordinaria de la RFEF. Entre ellas, excompañeras de Hermoso en el Barça, como la suiza Ana Crnogorcevic al afirmar que está “flipando”. “Que le jodan a esta mierda y a estas putas mentiras. Esto es increíble. Contigo siempre, Jenni”, ha añadido en su cuenta de la red social X (antigua Twitter).

La noruega Caroline Graham Hansen, también del Barça, ha querido apoyar en estos momentos a la delantera española. “Jenni, estamos contigo. Todo esto son mentiras. Todos hemos visto lo que realmente pasó”, ha comunicado la atacante culé.

A sus mensajes le han seguido una avalancha de más colegas de profesión como por ejemplo Lia Wälti (Arsenal), Maria José Pérez (Tenerife), Paula Perea (Real Betis), Esther Martín-Pozuelo (Granada), Silvia Lloris (Levante) y Lucía Rodríguez (Sevilla).

A las muestras de apoyo se han adherido más figuras relevantes como el exportero Iker Casillas, sintiendo “vergüenza ajena” con los acontecimientos vividos en Las Rozas (Madrid). David de Gea ha sido también muy crítico durante la intervención de Rubiales. “Me sangran los oídos”, ha dicho el guardameta internacional español.

Clubes españoles como Sevilla FC, RCD Espanyol, FC Barcelona y UE Sant Andreu, entre otros muchos, igualmente han sido críticos de forma pública con el actual presidente de la RFEF y así lo han expuesto a través de comunicados oficiales.

Europa Press – Video RTVE Noticias- Foto PABLO GARCIA / RFEF

También puede leer

Rubiales: presidente de Federación Española de Fútbol se aferra al cargo pese a presiones