SANTIAGO DE CHILE.- Tras el golpe militar de Augusto Pinochet, en 1973, no hubo en Chile ningún medio que defendiera a los perseguidos, afirmó hoy el experiodista de Efe Senén Conejeros, en el lanzamiento de su libro “El cardenal Silva Henríquez y la radio Chilena al inicio de la dictadura Pinochet“.
“El señor cardenal me destinó para encabezar este experimento, de una radio que trataba de ser radio de iglesia las 24 horas del día, en un régimen militar brutal como fue el de Pinochet”, señaló Conejeros, experiodista de Efe, durante la presentación del libro en la sede del Congreso en Santiago.
Conejeros sostuvo que la radio Chilena, perteneciente al arzobispado católico de Santiago y ya desaparecida, fue la primera emisora en transmitir una opinión en contra de Pinochet y su régimen, tras el golpe de Estado encabezado por el dictador el 11 de septiembre de 1973.
“Apenas se levantó la cadena de emisoras, a mí me correspondió realizar un comentario ‘antiPinochet’ absoluto, porque la radio había sido encomendada por el cardenal Silva Henríquez a un grupo de laicos, que comenzó toda su labor de auxilio y defensa de los perseguidos”, expresó el autor.
El cardenal Raúl Silva Henríquez fue un sacerdote salesiano y abogado chileno, fallecido en 1999, reconocido en numerosas oportunidades por ser un acérrimo defensor de los derechos humanos en tiempos de dictadura (1973-1990), para lo cual creó la Vicaría de la Solidaridad.
Conejeros agregó que para escribir esta obra recopiló gran parte del material que tenía guardado desde su participación en la radio Chilena, “donde se puede apreciar la persecución que vivían los trabajadores de la radio, que no se podía dar a conocer en ese entonces”.
El también expresidente del Colegio de Periodistas de Chile expresó que su libro “es un canto al trabajo de periodistas, locutores y sonidistas, a quienes les debemos mucho y nunca se lo hemos reconocido”.
Al encuentro asistió también el expresidente Ricardo Lagos (2000-2006), quien recalcó el “importante” papel que jugó la Radio Chilena en la década del 70, ya que la emisora “sabía cómo dialogar y tratar los temas públicos”.
Senén Conejeros subrayó que el uso de la violencia “no puede ser, en ninguna de sus formas, parte de una solución”, en alusión al horror que se vivió en Chile durante los 17 años de dictadura, donde unos 3,200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado y 1.192 aún figuran como desaparecidos.
En la misma línea, agregó que “la paz social comienza a ser afectada principalmente en la calle, por los actos vandálicos de algunos y la represión que ejercen otros”.
En relación a la desconfianza generalizada que se vive en Chile, hacia el sistema público y privado, Conejeros afirmó que “ya vivimos la penúltima dictadura, la última la estamos viviendo hoy con la tiranía del dinero de unos pocos”, concluyó.