Perrito vestido como conductor se convierte en la mascota del Metropolitano

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En el concurrido terminal Naranjal del Metropolitano en Independencia, un singular personaje de cuatro patas ha conquistado los corazones de todos los que diariamente transitan por este lugar. Su nombre es Bello, un adorable perrito que se presenta con elegancia, vistiendo una corbata amarilla, camisa celeste y un chaleco, como si fuera un conductor del Metropolitano. Y, sorprendentemente, eso es exactamente lo que ha logrado al convertirse en la mascota oficial de este vital servicio de transporte público que gestiona la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU).

Pero su función va más allá de la simpatía. Acompañando a Juan Huamaní, supervisor del servicio del Metropolitano de la ATU, este canino ejemplar desempeña una función crucial en la operación del terminal Naranjal. Su labor principal consiste en ayudar a mantener el orden y la seguridad en este lugar.

“A veces lanza un pequeño ladrido cuando ve que alguien corre en la estación”, cuenta Huamaní.

Sin embargo, la historia de Bello no se detiene en la seguridad. Este encantador perrito se convierte en un amigable guía para los escolares que llegan a la estación con curiosidad por descubrir cómo funciona el Metropolitano. Con su ternura y simpatía, Bello se gana la confianza y el cariño de todos aquellos que tienen el placer de conocerlo.

Bello no está solo en esta noble tarea. En el terminal Naranjal, hay un total de 20 perros que, al igual que él, forman una peculiar y unida familia. Recientemente, gracias a la coordinación de la ATU con la Diris Lima Norte, estas fieles mascotas han recibido las vacunas necesarias, para garantizar su bienestar y salud.

“Perritos como Bello, Toby, Pequitas y Brando reciben comida de los trabajadores. Se han ganado el cariño y siempre los saludan”, señala Huamaní.

Estos perritos, luego de ser abandonados y olvidados por sus dueños en el terminal Naranjal, han encontrado refugio, amor y aprecio entre los conductores y usuarios del Metropolitano. Comida, cobijo y afecto son la recompensa diaria para estos valientes caninos. Después de conocer esta historia conmovedora, quizás alguien decida ofrecerles un hogar y retribuir el amor que han brindado en el terminal Naranjal.

(JS)- Fotos ATU

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Foto: Twitter