Rubén Aguirre: el maestro que conquistó corazones

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Rubén Aguirre Fuentes, nacido el 15 de junio de 1934 en Saltillo, Coahuila, México, fue mucho más que el Profesor Jirafales. Desde joven, su interés por la actuación y los medios de comunicación fue evidente. Antes de alcanzar la fama en la televisión, se desempeñó en diversas facetas, incluyendo la locución y la dirección de programación en estaciones de radio. Su voz grave y su porte distinguido ya presagiaban el éxito que estaba por llegar en las pantallas de millones de hogares.

Sus inicios en la televisión lo vieron trabajar en programas infantiles y algunos proyectos de comedia, donde comenzó a pulir su estilo y a ganar experiencia frente a las cámaras. Sin embargo, el destino tenía preparado un encuentro que cambiaría su vida y la de muchos televidentes. Su carisma y talento no pasaron desapercibidos para Roberto Gómez Bolaños, el genio detrás de algunas de las series más icónicas de la televisión latinoamericana.

Fue en la década de los 70 cuando Rubén Aguirre se unió al elenco de «El Chavo del 8» y «El Chapulín Colorado», programas que lo catapultarían a la fama internacional. Su personaje del Profesor Jirafales, el bonachón y algo ingenuo maestro de la vecindad, se convirtió en un pilar fundamental de la comedia. Con su clásico «¡Ta, ta, ta, taaaa…!», su puro infaltable y sus románticos encuentros con Doña Florinda, conquistó el cariño del público de todas las edades.

Aguirre dotó al Profesor Jirafales de una humanidad entrañable. No era solo un personaje cómico; era el idealista que creía en la educación, el enamorado eterno y el hombre de buenos modales que contrastaba con la pícara dinámica de la vecindad. Su altura, su elegancia y su particular forma de impartir clases lo hicieron memorable, creando situaciones hilarantes que resonaron con audiencias en todo el mundo.

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Más allá del Profesor Jirafales, Rubén Aguirre también interpretó otros personajes memorables en el universo de Roberto Gómez Bolaños, como el extravagante Lucas Tañeda en «Los Caquitos» y el temible y a la vez torpe Chómpiras. Demostró una versatilidad que le permitía transitar entre la seriedad cómica y la pura excentricidad, consolidándose como uno de los actores más queridos y reconocibles de la televisión mexicana.

Una vez que las series llegaron a su fin, Rubén Aguirre no se retiró de la vida pública. Continuó con presentaciones circenses, donde revivía a su querido Profesor Jirafales para las nuevas generaciones y para aquellos que lo recordaban con cariño. Estas giras lo llevaron por varios países de Latinoamérica, demostrando el impacto duradero de su legado y el afecto que el público le profesaba.

En sus últimos años, aunque su salud se vio afectada, Rubén Aguirre mantuvo el buen humor y el agradecimiento por la carrera que tuvo. Falleció el 17 de junio de 2016, dos días después de cumplir 82 años, dejando un vacío en el corazón de sus seguidores. Su partida fue lamentada por millones, pero su legado vive a través de las interminables retransmisiones de «El Chavo del 8», donde su figura, el inconfundible Profesor Jirafales, sigue arrancando sonrisas y enseñando con cariño.

Rubén Aguirre no solo fue un actor; fue un ícono que marcó la infancia de varias generaciones. Su talento, su bonhomía y la magia que le imprimió a sus personajes lo aseguran como una leyenda de la comedia, un maestro que, con su particular «¡Silencio!», logró que el mundo entero lo escuchara y lo amara.

 

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