MADRID (España).- La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) han destacado el potencial transformador que tiene la Inteligencia Artificial (IA) para la medicina tradicional y han instado a desarrollar marcos normativos que regulen su aplicación y respeten la diversidad cultural de pueblos indígenas y comunidades locales.
Estas tres organizaciones han presentado este viernes el informe técnico “Mapeo de la aplicación de la Inteligencia Artificial en la medicina tradicional”, en el marco de la Iniciativa Mundial sobre IA para la Salud, que ofrece una hoja de ruta para aprovechar este potencial de forma responsable, a la vez que se salvaguarda el patrimonio cultural y la soberanía de los datos.
La medicina tradicional, complementaria e integrativa (MTCI) es definida por la OMS como el conjunto de conocimientos, habilidades y prácticas basadas en las teorías, creencias y experiencias indígenas de diferentes culturas, explicables o no, que se utilizan en el cuidado de la salud, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades físicas o mentales.
La agencia sanitaria mundial tiene conocimiento del uso hierbas medicinales, acupuntura, yoga, terapias indígenas y otras formas de medicina tradicional en 170 países, de forma que estas prácticas se han convertido ya en un fenómeno mundial, con una demanda creciente por parte de la población.
«Nuestra Iniciativa Global sobre IA para la Salud tiene como objetivo ayudar a todos los países a beneficiarse de las soluciones de IA y garantizar que sean seguras, eficaces y éticas», ha explicado el director de la Oficina de Normalización de las Telecomunicaciones de la UIT, Seizo Onoe.
El documento recoge diversos usos de la IA en el contexto de la medicina tradicional que ya se están dando a lo largo del mundo, tanto en dignóstico como en personalización de la asistencia, desarrollo de fármacos, gestión y planificación de sistemas sanitarios o preservación y fomento del conocimiento de la medicina tradicional.
En concreto, incluye ejemplos como el uso de diagnósticos basados en IA en ayurgenómica, esto es, la combinación de la medicina ayurvédica, tradicional de la India, con genómica, el estudio de los genes y su función; modelos de aprendizaje automático que identifican plantas medicinales en países como Ghana y Sudáfrica; y el uso de la IA para analizar compuestos de medicina tradicional para tratar trastornos sanguíneos en Corea del Sur.
Se espera que el mercado global de la medicina tradicional y complementaria alcance casi los 513 millones de euros (600.000 millones de dólares estadounidenses) en 2025. En este contexto, el informe subraya que la IA podría acelerar aún más su crecimiento e impacto en la salud mundial.
A pesar del potencial evidente de la IA en este ámbito, el informe pone de relieve la necesidad de desarrollar marcos de regulación, intercambio de conocimientos, creación de capacidades, gobernanza de datos y promoción de la equidad para garantizar la integración segura, ética y basada en evidencia de esta nueva tecnología en la medicina tradicional.
En este sentido, urge a los países a tomar medidas para defender la Soberanía de Datos Indígena (IDSov) y garantizar que el desarrollo de la IA se rija por los principios del consentimiento libre, previo e informado. Como ejemplos, presenta modelos de gobernanza de datos liderados por la comunidad de Canadá, Nueva Zelanda y Australia, y demanda a los gobiernos que adopten leyes que empoderen a los pueblos indígenas para controlar y beneficiarse de sus datos.
Fuente Europa Press / foto X