Shutdown: 4 millones de empleados federales incluyendo militares quedarán sin sueldo

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El cierre del Gobierno de Estados Unidos comenzó la madrugada de este miércoles tras el fracaso en alcanzar un acuerdo entre demócratas y republicanos sobre el financiamiento provisional.

Este denominado «shutdown» afecta a la Administración federal, provocando el cese de operaciones en servicios públicos y agencias estatales consideradas no esenciales, además de la suspensión temporal de una gran parte de su personal.

 

 

¿Qué ocasionó el «shutdown»?

El Gobierno enfrenta un colapso financiero luego de que los senadores demócratas bloquearan el proyecto de ley de financiamiento aprobado previamente por la Cámara de Representantes, dominada por el Partido Republicano. Este conflicto se suma al rechazo de una enmienda presentada por los demócratas, que buscaba asignar subsidios adicionales para la atención médica.

Tras estos desacuerdos legislativos, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, informó a las agencias federales que deben proceder con los planes para un cierre ordenado de las actividades gubernamentales. Se espera que el Senado vuelva a discutir la misma propuesta que ya fue descartada anteriormente.

El punto central de la disputa gira en torno a un paquete de 1,7 billones de dólares destinado al financiamiento de las operaciones de las agencias gubernamentales, lo que equivale a aproximadamente una cuarta parte del presupuesto total del Gobierno, que asciende a 7 billones de dólares. Mientras tanto, el resto del presupuesto está mayormente comprometido con programas de salud, jubilación y el pago de intereses por la deuda nacional, que ha alcanzado los 37,5 billones de dólares, según apunta Reuters.

 

 

¿Qué sigue?

Se estima que cerca de 750,000 empleados federales podrían enfrentarse a una suspensión temporal, con algunos arriesgándose a ser despedidos bajo la administración de Trump. Varias agencias dejarían de prestar servicios esenciales, lo que generaría interrupciones en áreas clave como la investigación científica, retrasos en vuelos, y el cierre de parques nacionales, entre otros inconvenientes.

Hasta 4 millones de trabajadores del gobierno federal, incluidos ciertos miembros de las fuerzas armadas, podrían quedarse sin salario. Esto incluiría a aproximadamente 2 millones de soldados obligados a trabajar sin paga, entre ellos cientos de integrantes de la Guardia Nacional desplegados en diversas ciudades de Estados Unidos por orden de Trump.

Paralelamente, políticas impulsadas desde la Casa Blanca, como la agenda de deportaciones, podrían seguir avanzando sin mayores obstáculos, según señala la agencia AP. Sin embargo, los empleados del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas también enfrentarían la ausencia de ingresos.

 

 

El impacto del cierre varía según el departamento. Por ejemplo, el servicio postal, que opera con financiamiento propio, así como los beneficios del seguro social y Medicare, considerados gastos obligatorios, deberían continuar funcionando con normalidad, según informa The New York Times.

En términos económicos, la falta de financiamiento podría repercutir en los bolsillos de los ciudadanos en un entorno ya marcado por la incertidumbre. Específicamente, el «shutdown» podría interrumpir la publicación de datos cruciales para gestionarla economía del país, dificultando aún más la toma de decisiones estratégicas.

 

 

¿Por qué este cierre podría ser más crítico?

Desde el año fiscal 1977 ha habido cerca de 20 interrupciones presupuestarias, algunas tan breves como un día. El último cierre ocurrió en diciembre de 2018 durante el primer mandato de Trump y fue el más largo registrado en la historia con una duración de 35 días. Durante ese periodo, muchos empleados federales recurrieron a bancos de alimentos y algunos trabajadores esenciales comenzaron a faltar debido al agotamiento y estrés.

Expertos advierten que esta nueva paralización podría extenderse aún más, especialmente en un contexto marcado por una polarización política extrema. La administración republicana ha manifestado su intención de presionar a los demócratas mediante recortes significativos en programas gubernamentales y salarios del sector público, mientras las tensiones han aumentado tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.

 

 

¿Qué dice Trump?

Lejos de apaciguar los ánimos, Donald Trump lanzó amenazas antes de la votación, advirtiendo sobre la posible cancelación de programas respaldados por la oposición y el despido de más empleados federales en caso de un cierre del Gobierno. “Vamos a despedir a mucha gente”, afirmó ante los periodistas, añadiendo que dichas acciones afectarían principalmente a los demócratas.

Aunque el presidente señaló que «lo último que desea es un cierre de Gobierno», también subrayó que esta posibilidad podría aportar ciertas ventajas. Según él, serviría para eliminar «muchas cosas innecesarias», refiriéndose específicamente a iniciativas promovidas por los demócratas, como la defensa de fronteras abiertas, la inclusión de hombres en deportes femeninos y la imposición de agendas relacionadas con temas transgénero. «Nunca se detienen», concluyó.

 

 

Texto: WSV / Agencias
Foto: Composición

 

 

 

 

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