Enrique Polanco: cuando el tiempo no cura, solo confirma
La pintura de Enrique Polanco no ha envejecido. Quizás porque el país tampoco lo ha hecho. O tal vez sí: ha envejecido mal. Veinte años no son nada, dice el tango, pero en Lima son suficientes para que todo empeore. Para que los edificios se derrumben más rápido que las esperanzas, para que la violencia...