Uchiza: Unión Cadena, el caserío abandonado por su propio municipio

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Uchiza, el otrora poblado (hoy distrito), desde donde se tendía el puente aéreo entre Perú y Colombia para comercializar pasta básica de cocaína (1980), tierra de uno de los traficantes famosos de la época (Demetrio Chávez Peñaherrera – “Vaticano”); hoy –a pesar de haber transcurrido más de 35 años – continúa no solo en la pobreza, también en el abandono.

El caserío Unión Cadena que cuenta con más de 300 familias muestra su queja por falta de apoyo en la educación, agricultura y obras públicas.

Una de las principales preocupaciones de los pobladores  de la zona es respecto  a la educación en el colegio Juan Velasco Alvarado, que está totalmente abandonado por la UGEL, perdiendo el poco personal con el que cuenta por no cumplir con los pagos.

Además, dicho centro de educación que cuenta con el nivel inicial, primario y secundario no cuenta con la infraestructura necesaria para un buen aprendizaje, teniendo pocas áreas verdes y estado de contaminación.

“El portero hace triple trabajo, portero, secretario y limpieza. También hemos perdido laptops, ya que cualquiera puede entrar al colegio porque esta todo sin construir”, declaró el docente, José Caycho Salazar.

Entrada del colegio Juan Velasco Alvarado

Los habitantes de Uchiza al ver el pobre desayuno que les brinda el colegio a los estudiantes decidieron buscar respuestas en la UGEL y les dijeron que si el centro educativo  no contaba con más de 200 alumnos no les podría brindarles más beneficios; también fueron hablar con la alcalde Doli Gonzales y no recibieron respuestas.

Sin embargo, no es la única problemática que muestra Unión Cadena que sólo cuenta con una posta médica que atiende a los ciudadanos hasta las cinco de la tarde y no cuenta con quirófano.

Las mujeres embarazadas tienen que viajar a un centro de salud de otro pueblo para poder ser atendidas, ya se ha perdido una vida por falta de recursos.

El cacao ya no es rentable, ya no está resultando como antes ya que los programas sociales enviados por la ONG “DEVIDA”, está invirtiendo muy poco para las capacitaciones y cada vez empeora el negocio de los pobladores.

Por ello, los agricultores de la zona piensan volver a producir la planta de coca para poder solventar sus gastos.