Una nueva heroína bajo presión: ciencia, magia y legado en ‘Ironheart’

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¿Qué ocurre cuando una joven prodigio del MIT debe llenar los zapatos del mayor genio del Universo Marvel? Esa es la pregunta que plantea Ironheart, la serie que no solo cierra la Fase 5 del UCM, sino que también pone a prueba la fórmula de los superhéroes modernos: ¿puede el intelecto sobrevivir a la magia? ¿Puede una joven enfrentarse al peso de un legado sin perderse a sí misma?

Riri Williams, interpretada por Dominique Thorne, no es simplemente “la heredera de Iron Man”. Es una adolescente brillante atrapada entre dos mundos: el de la tecnología que domina y el de los poderes místicos que apenas comprende. De vuelta en su natal Chicago tras los eventos de Wakanda Forever, Riri no encuentra paz ni entre los suyos: el caos la sigue, esta vez en la figura de Parker Robbins (The Hood), un antagonista que mezcla crimen, hechicería y ambición.

Lejos del brillo corporativo de Stark Industries, Ironheart se mueve en espacios más humanos y menos pulidos: barrios reales, dilemas éticos, decisiones que no siempre terminan bien. Sam Bailey, quien dirige los tres primeros episodios, aporta un enfoque más íntimo y callejero, como ya lo hizo en Dear White People.

La serie, con solo seis capítulos (los primeros tres ya disponibles en Disney+, los demás desde el 1 de julio), marca también un cierre simbólico: no solo el de una fase de Marvel marcada por altibajos, sino el de una era dominada por viejos nombres. Ahora, nuevas voces —jóvenes, diversas y complejas— se abren paso en la narrativa superheroica.

Riri no intenta ser Tony Stark. Ella está construyendo su propio camino, entre circuitos y hechizos, mientras el UCM redefine su futuro.

Foto Disney +

 

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