En medio de los procesos de paz con las guerrillas de las FARC y el ELN, el crimen organizado de Colombia no solo intentan ser los custodios de los narcotraficantes sino cobijarse en la impunidad, bajo la figura de comités de autodefensas y presionando abiertamente con los paros armados.
Para variar, la ultraderecha colombiana apoya esta “reivindicación” de estos grupos paramilitares, en su ceguera por oponerse a las negociaciones por el acuerdo de paz que impulsa el gobierno colombiano y las FARC , que apoya la comunidad internacional, incluso por el presidente de EEUU, Barack Obama, insospechable de cualquier atisbo comunista.
Y, como era de esperarse, el expresidente Álvaro Uribe, acusado de estar vinculado a los grupos paramilitares que se unieron al narcotráfico, encabeza las protestas contra las negociaciones de paz de las Fuerzas Arnadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
Las investigaciones policiales señalan que el Clan Úsuga es una organización narcoparamilitar con una temible estructura que impone a sangre y fuego en las zonas custodian los cargamentos de droga que trafican a nivel nacional e internacional.
De esta manera, el clan Úsuga proyecta prestar sus “servicios de protección” a los carteles colombianos que actuaban bajo la custodia de las guerrillas de las FARC y el ELN, en una inmensa “industria” para lo cual no vacila en declarar una nueva Guerra de la Coca de impredecibles consecuencias en la región.
El Clan Ùsuga integra las Organizaciones Integradas al Narcotráfico (ODIN) donde tiene supremacía sobre Los Rastrojos, Los Paisas, la Oficina de Envigado y el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia, ERPAC , dividido en 2 facciones tras la muerte y captura de sus capos y el sometimiento voluntario a la justicia de gran parte de sus integrantes.
En este contexto, el Clan Úsuga intenta encabezar a las mencionadas organizaciones, debilitadas por la captura de sus cabecillas pero que a aún subsisten con la extorsión, microtráfico y minería ilegal.
Los paros armados
Los paros armados no son simples fanfarronadas sino una lacerante realidad que el pasado 31 de marzo el clan Úsuga inició con violencia en Antioquia y Córdoba donde Los delincuentes habrían contratado a periodistas para promover la protesta en los medios regionales.
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como también se hace llamar el Clan Úsuga propicio el paro armado intimidado a los habitantes de Urabá en Antioquia, Chocó y Córdoba.
En los municipios de Chocó como Itsmina, Condoto, Medio San Juan, Río Socio, Acandí, Unguía, entre otros, el comercio fue cerrado y las personas refugiadas en sus hogares tal como quedó registrada en distintas fotografías conocidas por Semana.com.
Como parte de un posible ‘Plan pistola’, en este departamento fue asesinado el patrullero de la Policía Deisón Rentería Moreno cuando iba vestido de civil en una vía de Quibdó.
Precisamente fuentes de Semana.com señalan que en el Urabá antioqueño “no se está moviendo una sola pluma, una hoja de árbol y las autoridades han aceptado que el paro es una realidad”. Allá fue asesinado el capitán del Ejército Andrés Lugo cuando se desplazaba en su carro hacia San Pedro de Urabá.
Según información de las autoridades, miembros del Clan Úsuga le lanzaron una granada cuando iba de vacaciones, de civil, junto con su esposa y su hija. Un ataque “cobarde”, lamentó el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Esta estructura delincuencial apoyò a los habitantes de municipios del nordeste antioqueño y Córdoba en la marcha del pasado 2 de abril en contra del proceso de paz, promovida por el Centro Democrático comentaron fuentes de la Fiscalía y organismos de seguridad del Estado.
En los audios se oye a alias ‘Andrés’ y ‘Pipe Peláez’, este último –al parecer– tendría un alto rango dentro de la estructura. En las grabaciones aseguran que “todo está listo para la marcha”. Los delincuentes manifiestan que ya tienen preparados los buses y los refrigerios, sobre todo en municipios como Arboletes (Antioquia) y Valencia (Córdoba).
Eso no es todo. En la investigación que adelanta la Fiscalía, descubrieron que los delincuentes habrían contratado a un periodista por 20 millones de pesos para promover la protesta en los medios regionales. Además de eso, aseguran que tienen que conseguir más comunicadores para visibilizar la movilización en otros medios del país.
“No solamente es una demostración de poder. Lo que están haciendo es aplicar estrategias como las que usaba Pablo Escobar, como ofrecer dinero e intimidar a la gente”, manifestó una fuente a este portal.
El tema se ha generalizado tanto, que el senador del partido de La U Roy Barreras se pronunció en su cuenta de Twitter sobre lo que estaría ocurriendo con este grupo delincuencial. “Banda criminal de los Úsuga presiona para obligar a marchar el sábado 2 de abril ¡Colombianos de bien no saldrán a marchar contra la paz!”, trinó.
Según varios reportes de inteligencia, la agrupación lidera el panorama de las bandas criminales en Colombia por sus más de 2000 integrantes y está consolidada como la agrupación más grande del país, por la cantidad de combatientes que maneja, seguida de Los Rastrojos, con 460 integrantes.
Presentan incluso más integrantes que las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con unos 1500 miembros, y el Ejército Popular de Liberación (EPL), que tiene menos de 100, mientras que la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) asegura que ecuenta con 560 redes criminales.
A finales de marzo de 2013, el presidente Juan Manuel Santos advirtió que el Clan Úsuga es la «única banda que realmente subsiste con una influencia a nivel nacional», mientras que otras agrupaciones mafiosas al servicio del narcotráfico han perdido terreno e influencias.
Millones de dólares por Otoniel
El escurridizo Dairo Antonio Úsuga David (a) Otoniel, es el cabecilla máximo del Clan Úsuga uel más buscado por el Gobierno de Colombia que ofrece la suma de dos millones de dólares por información que permita su captura.
Paralelamente el Gobierno de los Estados Unidos lo busca por ser el líder de la organización, la cual cataloga como «fuertemente armada y extremadamente violenta», ofreciendo a su vez una recompensa por su captura de USD $ 5.000.000.
https://www.youtube.com/watch?v=sjEjUzY82Ng
El grupo asumió todas las actividades criminales del ex-narcotraficante Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, impulsor de varias organizaciones al margen de la ley (hoy dia inactivas y cuyos ex-miembros ahora son parte del Clan Úsuga) entre ellas las Águilas Negras y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, para encaminarse a una nueva Guerra de la Coca.