Con el cristal con que se mire

 

Se cerró el campeonato de la Liga 1 con un campeón de anchura y reverso, galopante y de investidura de lujo para llegar al objetivo con méritos propios en un torneo de miedo y de pandemia.

Sporting Cristal encontró el cuajo necesario para imponer su fútbol y todo criterio válido para ser el mejor actor de reparto en un torneo con muchos consortes que se atrevieron a disputarle la torta del título,

Roberto Mosquera que de tonto no tiene un solo pelo calibró bien su fuerza y la del resto para alcanzar dosis de medicina futbolística a cada rival que le saliera al paso.

La fórmula principal fue respetar una forma de jugar, frontal, goles y pizcas de magia para completar un sólido bloque que se mantuvo inquebrantable hasta el último minuto. Universitario, el obstáculo mayor, lo sufrió y se quedó en segundo plano.

Mosquera que sabe contar bien sumó 17 partidos sin perder, un respetable registro que respetó y mantuvo para apilar los obstáculos que le salieran al frente con material inflamable para incendiar la marcha celeste.

Roberto Mosquera, justo es decirlo, manejó un grupo que sintonizó con su filosofía futbolística del balón bien tratado, oportunismo y visión de área. En ese aspecto Jorge Cazulo puso su cuota de pundonor y experiencia, Emanuel Herrera los goles decisivos y el ecuatoriano Washington Corozo de nombre gringo pero contagiado de la sandunga bajopontina.

Martín Távara hay que seguirlo con atención. Es un zurdo de precisión para poner balones a distancia, misiles en cada tiro libre y personalidad para manejar el mediocampo.

Olivares y Loyola se forraron con un juego de acabada hechura nacional. Muy listos, gambeteadores y avivados para cada partido repetir un alto índice de eficacia, fueron armas de precisión de Roberto Mosquera.

Joan Madrid encajó en el once titular con una apariencia de noble en decadencia para conservar perfil bajo pero sin dejar de producir al igual que Gianfranco Chávez, una gratísima aparición. Mosquera le dio minutos y el chico respondió. Hasta goles hizo, decisivos en el tramo final de la Liga 1.

El arquero Renato Solís maduró a la fuerza, sin el tiempo que procura una buena preparación, Lo hizo bien, a veces mal pero es muy joven y con un buen techo para mostrarse.

Carlos Percy Liza fue otra aparición de la cantera rimense. De veinte años esta joven promesa tiene que darle muchas más satisfacciones al equipo de Abajo El Puente. Sporting Cristal fue el mejor de todos y eso que al llegar Roberto Mosquera el equipo estaba en zona de descenso. Ese es acaso el mejor mérito del entrenador peruano que se dio el lujo de alcanzar un bicampeonato que no es usual.

 

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