Me imagino a Franco Navarro hablando de un buen resultado de la Universidad César Vallejo frente a un grande de América Latina como el Sao Paulo, en este partido de ida del repechaje de la Copa Libertadores. La verdad no fue un buen resultado, fue excelente. Porque Vallejo jugó mal, fue dominado de cabo a rabo en el Mansiche de Trujillo por un equipo paulista que se mostró irresoluto en la jugada final, con un Salomón Libman como cancerbero del arco peruano que hizo posible un empate, cuando el resto del cuadro “poeta” estaba perdido en su cancha.
La Universidad César Vallejo fue Salomón Libman en la portería, un corajudo Emiliano Ciucci en la mitad de la cancha y el golazo de Alejandro Hohberg (que sólo apareció para anotar desde fuera del área un soberbio tanto, como los que hacía el 2015 en la Universidad San Martín). Fuera de ellos no podemos mencionar mucho más de los muchachos de Franco Navarro, que por momentos se mostraron solidarios en la defensa, para luego diluirse y permitirle a Libman hacerla de héroe de los norteños. Donald Millán y Daniel Chávez pusieron talento a cuenta gotas. Con ese nivel regresarán de Brasil (en siete días) sin la clasificación.
No es por apelar a los ausentes, pero en la primera mitad se extrañó a Rinaldo Cruzado, un jugador que pudo haber aprovechado balones parados, que en otros compañeros fueron estériles. Además le habría sumado control a un mediocampo “poeta” que nunca pudo parar los embates del Sao Paulo. César Vallejo acusó estar saliendo de pretemporada, y de jugar el fin de semana, esperemos llegue un poco más suelto a tierras paulistas. Esta primera mitad la viene perdiendo con leve desventaja por el gol de visitante del delantero argentino Jonathan Calleri.
Franco Navarro debe tomar muchos resguardos, sobretodo defensivos, no es normal que un equipo brasilero marre tantas oportunidades de gol. Sao Paulo estuvo terco en busca del segundo tanto hasta el minuto final, cuando César Vallejo hacía rato que contaba los minutos con el corazón en la mano. Esa actitud hubiera sido plausible en Brasil, pero no de locales en Trujillo. La lógica manda que los jugadores del DT Edgardo Bauza tienen mucho menos que solucionar en la semana, mientras los trujillanos deben hacer un serio replanteamiento.
Incluso, como nunca, el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano se equivocó a favor de los peruanos, invalidando un gol legítimo del delantero brasilero Alex Kardec, que impactó dentro del arco de Libman a los diez minutos, uno de esos tantos que podría haber cambiado el devenir del partido. Una semana tiene Navarro para volver a enfrentarse al gigante Sao Paulo, desde esta columna queremos creer que algo se puede hacer para tentar la clasificación, aunque cifrarse en este empate “mentiroso” sería una mera ilusión.
Foto: EFE