El encuadre de un comienzo que se había hecho cuadriculado tras el debut doloroso con la derrota ante Brasil, el triunfo ante Colombia deja la sensación de que seguimos siendo chicos pero cuando necesitamos ser longos, creemos que podemos ante el más pintado.
Colombia se había acostumbrado a que le sirviéramos de tubo de ensayo, un picado para ajustar sus líneas y no podíamos hacerles un guiño siquiera. Desde la Copa América de Argentina del 2011 que ganamos 2-0, no podíamos con los cafeteros.
Hasta que llegó el día en que no llovería café y Perú con su fútbol sacaría el triunfo esperado. Un triunfo que permite soñar y que queda claro una cosa: Brasil fuera de competencia, el resto tiene las mismas posibilidades.
Perú dio esa impresión que puede hacer recorridos interesantes, plantear buenos partidos, tener los jugadores que interpretan lo que el técnico quiere y llegamos a buen puerto.
Ricardo Gareca fue mal técnico ante Brasil y ante Colombia fue un pensante capaz de bajarse a Reinaldo Rueda que ya estaba cansado de ganarle, Entonces se llega a una conclusión, podemos hacer bien las cosas.
El equipo tuvo un alto nivel, siete puntos de calificativo para cada jugador, un desempeño redondo. Se necesitó jugar bien para ganarle a Colombia, un seleccionado que ha crecido bastante y estaba peldaños arriba,
Fue necesario que la producción fuera una calabaza pesada para los colombianos y frágil en el manejo del partido para los peruanos que se movieron con acierto. Una belleza cuando la tocaron Tapia, Carrillo, Cueva, Peña y Yotún. Un ejercicio de reconocimiento para Gianluca Lapadula para mostrarse lo que es, un sacrificado, un soporte en la ofensiva para estar siempre atento, peleando con toda la zaga y salió con su gusto.
Se dirá que es fácil acomodarse en el triunfo y ser crítico áspero en la derrota. Es cierto, pero hay que decir que cuando se arroja los anzuelos y no picas te duelen que suceda.
Estamos contentos con el resultado, se espera que se logre una secuencia larga. Que no sea una perla en el collar de baratijas, Entonces podremos creer que el camino correcto está delineado para repetir la Copa América de hace dos años.