Educación primaria e Ideología de género

 

Grande alboroto se ha organizado gracias al nuevo Currículo Nacional de Educación Básica del Ministerio de Educación, el cual adopta como “política de estado” a la Ideología de Género. Se supone que como es “política de estado” todos debemos estar de acuerdo, olvidando que el estado realiza una labor subsidiaria; la educación le corresponde a los padres y el estado presta ese servicio, pero al hacerlo no puede actuar prepotentemente, debe por el contrario rendir cuentas a los padres. Que la ideología de género “sea política de estado” no exime al estado de dar cuentas a los padres, y si a los padres no les convence, sencillamente debe cambiar de política.

El texto recuerda al “Caballo de Troya”. Tiene buen aspecto, está bien maquillado. Pero utiliza un lenguaje y unos términos tan amplios, es decir, abiertos a multitud de interpretaciones y por tanto de implantaciones, que pudiera ser inocuo o lesivamente dañino. Como el “Caballo de Troya” se ve bien, tiene, indudablemente, elementos positivos, pero esconde muy bien camuflado el veneno. O, por lo menos, deja amplios espacios para que ese veneno pueda introducirse. La mejor mentira es la que está bien escondida en medio de un cúmulo de verdades, pues parece parte del paquete y adquiere visos de credibilidad.

¿Por qué ese recelo?, ¿qué justifica la actitud de sospecha? Ya Rosa María Palacios, en su blog, y dejando claro una vez más que es católica y madre de cinco hijos, ha dado la bendición al texto, tachando de fariseos y fundamentalistas a quienes irracionalmente lo rechazan. Podría tener razón, pues, repito, es tan ambiguo en su formulación que todo cabe. Lo que está claro es que lo estructura “transversalmente” el “enfoque inclusivo o de atención a la diversidad”, refiriéndose principalmente “a la igualdad de género”. Es decir, tal criterio viene a ser un principio rector del texto, no sólo en cuanto al contenido teórico, sino como vivencia dentro del aula, la cual viene reforzada por diferentes actividades y distintas asignaturas. Ahora bien, ¿cómo se interpreta y se implementa esta “igualdad de género”?, ¿qué contenidos y actitudes implica?

Al profundizar un poco, uno descubre el eufemismo y el engaño, el deseo de camuflar y pasar como inocuos contenidos con los que difícilmente estarían de acuerdo la mayoría de los padres de familia peruanos. Se descubre así su carácter pernicioso. Si uno complementa el “Currículo”, que a decir de Rosa María Palacios no incluye la palabra “homosexual”, con la Guía de Educación Sexual para docentes de nivel primaria, descubre qué se está entendiendo por “igualdad de género”. Obviamente incluye un aspecto positivo, que podría resumirse en la eliminación del machismo y la plena inclusión de la mujer en la vida civil y social del país. Objetivo claramente laudable. Pero, unido a ello, viene la legitimación y promoción de conductas homosexuales y lesbianas. En esta guía sí aparecen las palabras gay, homosexual y lesbiana que Rosa María echaba en falta en el otro texto. La forma en que aparecen las vuelve totalmente banales. No sé si los papás peruanos quieran suscribir tal postura, característica de la ideología de género; lo que es criminal es tratar de ocultárselo, como parece hacer Rosa María, no se sabe si por ingenuidad o complicidad.

A lo largo de todos los capítulos y ejercicios de la Guía, aparece un rubro dedicado al género, siempre intentando convencer a los niños de que “todos los varones son diferentes, todas las mujeres son diferentes, no existen, razones para creer que todas o todos deben comportarse de la misma manera”. Para conseguirlo, los niños leen historias y trabajan sobre las mismas que invitan confundir su identidad sexual. Así por ejemplo: “Oliver Buffon es una nena”, “Caperucito Rojo y la loba” (Y no precisamente la de “Las chicas del can”), “me llamo Eliana, estoy enamorada de Paola y vendo artesanías”, “me llamo Javier, mi pareja se llama Francisco y soy arquitecto”. A no pocos puede parecernos esto como promover o legitimar conductas homosexuales en las aulas de primaria. ¿Estamos de acuerdo?, ¿por qué se nos oculta? ¿Por qué se envuelve en el mismo paquete con otros contenidos que sí podríamos compartir?, ¿no es una sutil manera de manipular ocultamente, despojando a los padres de su derecho a brindar la educación sexual según sus propias convicciones?

 

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