El infierno de la señora Bartra Barriga

 

Rosa María Bartra Barriga ha ganado popularidad en los últimos tiempos. Es cierto que cuestionada en la mayoría de las veces. Pero popular al fin y al cabo. Ella sabe, evidentemente, lo que hace. Conocedora de los secretos de la alquimia, ha descubierto que el uso de la palabra altisonante y atrevida, le brinda buenos réditos en ese afán de sumar más popularidad. Claro, pocos saben que antes de dedicarse a la política, ella era una experta en esos menesteres de la química. Y para demostrarlo, allí están los resultados.

Estamos por creer que su reciente paso por la presidencia de la Comisión Lava Jato estuvo animado por ese propósito. Poco le importa que la hayan criticado por su marcada parcialización a favor de la jefa de su club político, llamado Fuerza Popular, que ya no tiene fuerza ni es tan popular, porque lo importante es que ella es cada día más conocida. Pruebas al canto, al respecto. La excusa de afirmar que la “Señora K” no podía ser acusada porque no era funcionaria del Estado, peca de falta de seriedad. Nadine Heredia, tampoco era funcionaria estatal y, sin embargo, ha sido incluída en la larga relación de acusados.

Así son las cosas en nuestro país. La exfuncionaria municipal de Chimbote, nacida en Huamachuco, y ahora congresista, se ha constituído en uno de los rostros visibles de esa forma poco edificante de hacer política. Sus nombres y apellidos por estos días, están muy de boga. Cerró la semana amenazando con denunciar penalmente al fiscal José Domingo Pérez y al juez Richard Concepción Carhuancho, por haber utilizado en la acusación contra la presunta organización criminal liderada por la “Señora K”, un documento que estaba en poder del “consiglieri” Vicente Silva Checa y acaba de iniciar la presente, augurando que el Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa,irá al infierno, porque el ilustre escritor ha cometido el grave pecado de asegurar que “el fujimorismo está en extinción” y aconsejando a los electores que no vuelvan a cometer el error de elegir a parlamentarios tan poco preparados como los que abundan en ese movimiento fruto de la improvisación y la anécdota.

¿Cambiará de conducta política la señora Bartra Barriga? Sobre el particular, es bueno hacerle saber que la persona humana tiene un tiempo limitado para su realización personal. Tenemos un tiempo limitado para la realización de nuestros planes en favor de una sociedad más justa y para la forma de vida que queremos establecer para lograr un ser humano más auténtico con los valores y principios éticos. Para ello hay necesidad de despertar el gusto por el saber. El proceso educativo, además de ser un instrumento para obtener y aprender conocimientos, debe ser, dentro de la globalidad del fenómeno humano, un proceso que nos lleve a crear un estado de conciencia para que el ser humano desee participar en la realización de él mismo como persona humana.

¿Entenderá lo dicho la señora Bartra Barriga? ¿Dejará de lado ese afán desmesurado por la notoriedad malsana? Cuando hablamos de educación, entre otras razones, abogamos porque tal proceso debe servir para abrir un espacio a la vocación de cambio y, lo que es más importante, con conciencia crítica sobre la realidad social a la cual debe enfrentarse la persona humana, en el proceso de transformación. No basta con decir de la boca para fuera que se está contra los poderosos de siempre. Hay que participar activamente contra los males que aquejan a la sociedad. Uno de ellos, sino el más grave: la corrupción y la impunidad fujimorista.

 

Leave a Reply